Si eres autónomo, sabes que el IVA es uno de los impuestos más importantes que debes gestionar. Pero, ¿sabes qué es el IVA repercutido y el IVA soportado? ¿Conoces las diferencias entre ellos y cómo afectan a tu actividad económica?
En este post, te voy a explicar todo lo que necesitas saber sobre estos conceptos, con ejemplos prácticos y consejos para optimizar tu facturación. ¡Vamos allá!
Qué es el IVA repercutido
El IVA repercutido se refiere al impuesto que un autónomo o empresario cobra a sus clientes cuando vende productos o servicios.
Para simplificarlo aún más, piensa en el IVA repercutido como el impuesto que tú, como autónomo, agregas al precio de lo que vendes y luego debes entregar al gobierno.
👩🏫 Importante: Este IVA recaudado no es un ingreso del autónomo, sino que debe ser entregado a la Agencia Tributaria en la declaración trimestral del IVA
Ejemplo de IVA repercutido
Te pongo un ejemplo sencillo para que lo entiendas a la perfección:
Imagina que eres un autónomo que vende productos a tus clientes. Al vender un producto por, digamos, 100 euros (sin IVA), debes agregar un porcentaje de IVA a ese precio. Este IVA variará en función del tipo de producto, pero supongamos que debes aplicar el IVA general del 21%.
Pues bien, al precio del producto (100 euros) le agregarías el 21% de IVA, lo que equivale a 21 euros, por lo que el cliente acabaría pagando 121 euros. De esa cantidad, 21 euros pertenecen al IVA repercutido.
👨🏫 Importante: Después de cobrar esos 21 euros de IVA a tu cliente, debes guardar ese dinero de forma separada, ya que eventualmente tendrás que entregárselo a Hacienda en tus declaraciones fiscales.
En resumen, el IVA repercutido es el impuesto que cobras a tus clientes cuando vendes algo, y luego debes transferirlo a la Agencia Tributaria.
Qué es el IVA soportado
El IVA soportado es otra parte fundamental del sistema de impuestos, pero desde una perspectiva diferente. Imagina que necesitas comprar maquinaria, productos o servicios para tu negocio, y estos tienen IVA. El IVA soportado se refiere al impuesto sobre el valor agregado que pagas como autónomo al comprar estos productos o servicios.
Es decir, es el IVA que va ligado a todo gasto necesario para poder realizar tu trabajo. Este IVA se paga en las facturas que te emiten otras empresas o profesionales como parte de tu actividad como autónomo.
Ejemplo de IVA soportado
Te pongo un ejemplo sencillo:
Supongamos que necesitas comprar un ordenador para tu trabajo como autónomo y su precio es de 500 euros, con un 21% de IVA. Cuando compras el ordenador, pagas esos 500 euros más el 21% de IVA, que serían 105 euros adicionales. Estos 105 euros serían tu IVA soportado.
¿Cómo se deduce el IVA soportado?
Vamos a lo importante. Ahora que ya sabes qué es el IVA repercutido y el IVA soportado, es el momento de saber cómo puedes deducir este último.
Pues bien, para poder deducir el IVA soportado como autónomo deberás cumplir ciertos requisitos:
- Estar dado de alta en el régimen especial de IVA
- Contar con las facturas originales
- Compras directamente relacionadas con la actividad económica (no intentes colársela a Hacienda porque te puede salir caro)
Si cumples estos tres requisitos, entonces puedes deducir el IVA soportado en tu siguiente declaración trimestral del IVA.
- Fórmula: IVA repercutido – IVA soportado
Una vez tengas la cuenta hecha, deberás entregar la diferencia a Hacienda.
👩🏫 Importante: Si el IVA repercutido es mayor que el IVA soportado, tendrás que pagar la diferencia a Hacienda. Si el IVA soportado es mayor, Hacienda te devolverá la diferencia.
Ejemplo práctico de la deducción del IVA soportado:
Supón que, con las ventas de tu empresa, has acumulado un IVA repercutido de 1.000 euros. En cambio, en los gastos para desarrollar tu trabajo, el IVA soportado ha sido de 200 euros.
Para saber cuánto le tienes que devolver a Hacienda deberás utilizar la fórmula que te indiqué anteriormente (IVA repercutido – IVA soportado), en este caso 1.000 – 200 = 800 euros.
Es decir, en la declaración trimestral del IVA deberás ingresarle a Hacienda los 800 euros de diferencia entre el IVA repercutido y el soportado.
¿Qué diferencias hay entre el IVA repercutido y el IVA soportado?
Como habrás visto, el IVA repercutido y el IVA soportado son dos conceptos diferentes.
La diferencia clave entre el IVA repercutido y el IVA soportado es que el IVA repercutido lo cobras a tus clientes cuando vendes algo, mientras que el IVA soportado es el impuesto que pagas cuando compras algo para tu negocio.
¿Cuáles son los gastos más comunes que se pueden deducir?
En líneas generales, el IVA que soportas en todos los gastos que realices para desarrollar tu actividad deberían de poder deducirse. Sin embargo, te mostraré en el siguiente punto que no siempre es así.
Aún así, por si te sirve de ayuda, te dejo un listado de los gastos más comunes que podrás deducir:
- Cuota de autónomo o cuota de la mutua correspondiente: Es el gasto más habitual entre los autónomos y, por supuesto, es deducible.
- Gastos de asesoría y contabilidad: Los honorarios pagados a asesores fiscales y contables son deducibles.
- Gastos de suministros: Puedes deducir una parte de los gastos de suministros de tu lugar de trabajo, como la electricidad, el agua y el gas, en función de los metros cuadrados utilizados para tu negocio.
- Gastos de alquiler o hipoteca: Si trabajas desde casa y utilizas una parte de tu vivienda para tu actividad profesional, puedes deducir una parte proporcional de los gastos de alquiler o hipoteca.
- Gastos de teléfono e Internet: Los gastos de telefonía fija, móvil e Internet relacionados con tu negocio son deducibles.
- Página web y dominios: Todos los gastos relacionados con el diseño de la página web, hosting, servidores…
- Material de oficina y suministros: Los gastos en papel, bolígrafos, impresoras, y otros suministros de oficina son deducibles.
- Gastos de transporte y combustible: Si utilizas un vehículo para tu negocio, puedes deducir los gastos de gasolina, mantenimiento, seguros y otros relacionados con el uso comercial del vehículo.
- Seguro de salud: Los autónomos que no están cubiertos por la Seguridad Social pueden deducir los gastos del seguro de salud.
- Publicidad y marketing: Los gastos en publicidad, promoción y marketing para tu negocio son deducibles.
- Gastos de formación y cursos: Los costos relacionados con la formación y cursos que mejoren tus habilidades profesionales son deducibles.
- Gastos financieros: Los intereses de préstamos relacionados con tu actividad empresarial pueden deducirse.
- Gastos de restaurantes y comidas: En ocasiones, los gastos de comidas y restaurantes relacionados con actividades de negocio pueden ser deducibles, pero deben estar bien justificados y cumplir ciertos requisitos (no intentes meter una comida o cena con tu pareja o amigos porque no va a colar).
Estos son solo algunos ejemplos, ya que dependerá del tipo de actividad que desarrolles como autónomo o empresa.
¿Cuándo no es deducible el IVA soportado?
En ocasiones, hay gastos relacionados con tu negocio que, aunque son necesarios para tu actividad empresarial, no puedes restarlos como deducciones en tus impuestos porque no cumplen con ciertos requisitos.
Esto significa que no puedes recuperar el IVA que soportaste en esos gastos cuando presentes tus impuestos. Las causas comunes para no cumplir con los requisitos incluyen:
- Facturas simplificadas o incompletas
- Soportes presentados fuera del plazo
- Gastos no registrados en los libros de contabilidad
En definitiva, conocer estos aspectos resulta fundamental para sacar el máximo rendimiento a tu actividad empresarial. Sin embargo, aunque en la teoría parezca muy sencillo, en la práctica no lo es tanto.
Por este motivo, mi consejo es que acudas a un asesor profesional que te oriente sobre qué puedes incluir en tu IVA soportado y qué no. Ten en cuenta que a Hacienda no le gusta pagar, así que deberás justificarlo adecuadamente para que no te manden un requerimiento.
