Las finanzas de las empresas son muy complejas y, al mismo tiempo, muy importantes para ellas. Tener todos los datos que ayuden a conocer cómo están evolucionando los ingresos y gastos para resolver posibles problemas o, incluso, dar por finalizada la actividad, es crucial.
El EBIT es uno de los indicadores más utilizados y que pueden ayudarte en el día a día de las finanzas de tu empresa.
Voy a explicarte todo, como siempre 😉
Qué es el EBIT
Lo primero que se te vendrá a la cabeza será preguntarte qué significan esas siglas… Pues resulta que, además de ser superhéroe, soy bilingüe. Y pensarás, qué tiene ver eso con EBIT, muy fácil. En inglés, son las siglas de «Earnings Before Interest and Taxes«. Te lo traduzco, en español, esto significa beneficio antes de intereses e impuestos (BAII), aunque también se conoce como resultado de explotación.
El EBIT es, por tanto, el beneficio que tiene una empresa sin contar los gastos e ingresos financieros ni los impuestos.
Para que nos entendamos bien, es un indicador que se usa de forma muy habitual para los informes financieros en países anglosajones, siendo un cálculo variable y no estandarizado, y pudiendo cambiar según el país en el que se utilice.
El EBIT se utiliza frecuentemente para hacer análisis financieros, porque facilita la comparación entre empresas o sucursales de un mismo negocio que se ubiquen en distintas zonas del mundo. Como su cálculo no incluye intereses de operaciones financieras ni impuestos de cada país, evita las posibles diferencias entre los modelos financieros diversos.
Se trata de un dato que se utiliza de forma habitual para calcular otros ratios financieros, como el ROE y el análisis Dupont.
Cómo se calcula el EBIT
Ahora que ya te has hecho una idea de lo que es el EBIT, vamos a aprender cómo se calcula.
Lo esencial en el cálculo del EBIT es que hay que restar a los ingresos producidos por las ventas de los productos o servicios, los gastos de gestión y otros. Así, se consigue como resultado las ganancias que has obtenido, obviando en cualquier momento los impuestos en cada país y los intereses que se generan en las operaciones que se hacen.
Podemos resumir el método para calcular el EBIT en la siguiente fórmula:
🧑🏫 Ingresos o ventas – Costes directos = Margen Bruto – Gastos Generales, de personal y administrativos = EBITDA – Amortización y provisiones = EBIT
Aplicándola obtenemos un resultado que te ayudará a analizar la situación financiera de la empresa.
Ejemplo del cálculo de EBIT
Viendo la fórmula así, seguro que ahora tienes más dudas que antes. Pero como siempre, voy a mostrarte cómo calcular el EBIT con un ejemplo, seguro que así te va a quedar clarísimo.
Primero, debes tener todos los datos necesarios para ello:
- Gastos de administración: 10.000 euros.
- Coste directo de los bienes vendidos: 20.000 euros.
- Gastos de personal: 20.000 euros.
- Depreciaciones y amortizaciones: 1.000 euros.
- Ingresos por ventas netas: 70.000 euros.
Con estos datos podremos calcular el EBIT restando a los ingresos los gastos que se han especificado.
¡Recuerda! No se tendrán en cuenta los ingresos y gastos financieros ni los impuestos.
Aplicamos la fórmula que hemos puesto en el apartado anterior:
- Ingresos o ventas – Costes directos = Margen Bruto – Gastos Generales, de personal y administrativos = EBITDA – Amortización y provisiones = EBIT
- 70.000 – 20.000 = 50.000 – 30.000 = 20.000 – 1.000 = 19.000€
Como puedes ver, es bastante sencillo, una vez que tienes claro los datos de la fórmula. Aún así, si no se te dan muy bien los números, o simplemente, no te apetece ponerte con la calculadora, los asesores de Ayuda T Pymes estarán encantados de ayudarte. Sus profesionales llevan años ayudando a autónomos y empresarios como tu, no lo dudes y pulsa el botón de abajo para que se pongan manos a la obra.
Diferencia de EBIT y EBITDA
Para entender la diferencia entre los dos, vamos a repasar qué es el EBIT. Antes dijimos, que es el beneficio sin tener en cuenta los impuestos e intereses. Por otro lado, sabemos que es muy importante en la contabilidad de las empresas, debido a que se utiliza para comparar resultados empresariales y de distintos negocios. Además, es una herramienta que nos indica el resultado de las ventas de la compañía, sin tener en cuenta los costes financieros ni la carga fiscal.
Y aquí viene la clave, se calcula como el EBITDA.
Ahora, vamos a ver qué es el EBITDA. En este caso, sus siglas significan «Earnings Before Interest Taxes Depreciation and Amortization«, y su función es mostrar los beneficios antes de los intereses, los impuestos, la amortización y la depreciación.
Este indicador es el más utilizado para analizar la rentabilidad de una empresa, y valorar si merece la pena continuar con la actividad o no. Al calcularlo, se consigue un resultado real de las pérdidas y ganancias del negocio. Además, se utiliza para conocer la capacidad de una empresa y proporcionar los beneficios de una actividad, pero sin incluir en el cálculo todos los gastos.
Las principales diferencias entre los dos indicadores son las siguientes:
- EBIT muestra las ganancias operativas, los ingresos de la empresa tras restarle los gastos.
- EBITDA quita de estos ingresos las amortizaciones y depreciaciones, que no son artículos en efectivo.
- EBIT compensa las depreciaciones.
- EBITDA es más útil para analizar negocios del mismo sector y que tengan un capital que se encuentre en el mismo rango.
En resumen, el EBIT es un indicador muy útil para conocer el estado de las finanzas en tu negocio. Ya has visto que calcularlo es relativamente sencillo, aunque necesitarás tener los datos actualizados y aplicar la fórmula correctamente.
En cualquier caso, lo mejor es que cuentes con profesionales que te ayuden a obtener el EBIT, y otros indicadores, y también a analizar los resultados obtenidos. No quiero señalar a nadie, pero el equipo de Ayuda T Pymes podrá acompañarte con esto y muchas cosas más, porque cuentan con los conocimientos y experiencia necesarios para ello. No lo dudes, contacto con ellos, estarán encantados de ayudarte.