Se puede dar la situación en la que estés pensando en si aceptar una oferta laboral de una empresa o seguir siendo autónomo. O quizás no estés del todo contento con tu situación laboral y quieras dar el paso a convertirte en trabajador por cuenta propia.
Si estás en una de esas situaciones, puedes que estés valorando las ventajas y desventajas de ser trabajador por cuenta ajena y propia.
Trabajar por cuenta ajena
Un trabajador por cuenta ajena es un empleado que presta sus servicios para una persona o empresa a cambio de un salario previamente acordado. Por tanto, tiene en vigor un contrato y trabaja bajo las directrices de una empresa y con sus medios.
Ventajas de trabajar por cuenta ajena
Las principales ventajas que tiene trabajar por cuenta ajena son:
- Menores obligaciones fiscales. Los trabajadores tienen la obligación de cotizar mensualmente junto a la empresa y, aportan esto y el IRPF mensualmente a través de su nómina. Y aquí acaban sus obligaciones. Dependiendo de los ingresos anuales tendrán o no la obligación de presentar la declaración de la renta cuando llegue el momento.
- Los trabajadores por cuenta ajena no deberán pagar cuota alguna por trabajar. Como ya hemos dicho en el punto anterior, cotizan a la Seguridad Social pero no tienen que pagar una cuota mensual aparte de lo que se les descuenta en la nómina.
- Estabilidad laboral. Sobre todo en los contratos indefinidos, un trabajador por cuenta ajena está relativamente seguro de que su trabajo se mantendrá igual en el tiempo.
- Trabaja con medios ajenos. Todo lo necesario para que el trabajador por cuenta ajena realice su actividad deben ser proporcionados por la empresa
- En caso de ser despedido, se tiene derecho a indemnización.
- Derecho a desempleo, siempre que se cumplan los requisitos.
- Salario fijo. Al final de cada mes vas a recibir una cantidad que ya sabes cuál es previamente. Eso ayuda mucho a hacer previsiones y tener tus finanzas más controladas.
- Jornada laboral estable. Aunque pueda haber picos de trabajo en momentos concretos, en un trabajo por cuenta ajena trabajas 8 horas y sabes cuando entras y cuando sales.
- Elevada protección social. La baja por enfermedad, la baja por maternidad o paternidad, el despido o la jubilación son derechos que tienes bien cubiertos a nivel de prestaciones. Son aspectos muy favorables de entre todas las ventajas.
- Vacaciones. Por ley tienes asegurado 30 días naturales de vacaciones pagadas, y también los festivos.
Inconvenientes de trabajar por cuenta ajena
Aunque hemos visto que los trabajadores por cuenta ajena tienen muchas ventajas, también cuentan con algunos inconvenientes:
- Poca flexibilidad. En la mayoría de los trabajos por cuenta ajena, los trabajadores están sujetos a unos horarios, normas y directrices recibidas. También tendrán que realizar sus funciones en el lugar indicado, ofreciendo pocas opciones de teletrabajo.
- Escaso control del trabajo. Al estar sujeto a la organización de la empresa y sus reglas, no puedes organizar el trabajo a tu manera.
- Subordinación. En casi todos los casos vas a tener a una persona que da las órdenes y de quien dependes a la hora de hacer el tuyo. Aunque tengas algo de autonomía, siempre estarás subordinado a los intereses y propósitos de la empresa.
- Dificultades para la conciliación familiar. Debido a la rigidez de horarios y a las pocas opciones de teletrabajar, el tiempo en los desplazamientos y los turnos hacen más complicado que se pueda conciliar la vida laboral y familiar.
Trabajar por cuenta propia
Un trabajador por cuenta propia, o trabajador autónomo, es una persona física que lleva a cabo una actividad lucrativa de forma habitual, personal y directa.
Al igual que el trabajador por cuenta ajena, los autónomos también tienen ventajas e inconvenientes.
Ventajas de trabajar por cuenta propia
Los principales aspectos positivos de ser autónomos son:
- Flexibilidad. Los autónomos tienen esa libertad que le falta a los trabajadores por cuenta ajena para gestionar sus horarios, forma y lugar de trabajar.
- Derecho a despido. Los autónomos económicamente dependientes recibirán también un despido, como ocurre con los trabajadores por cuenta ajena.
- Derecho al cese de actividad, siempre que se cumplan los requisitos. Esta prestación es el desempleo de los autónomos y suelen ser estrictos a la hora de concederlo, pero cumpliendo los requisitos se puede percibir.
- Trabajas para ti y haces lo que te gusta. Este punto puede tener un gran valor. Cuando pones toda tu ilusión y sueños en un proyecto, te gusta lo que haces y todo lo que ganas es para ti, ser autónomo es algo muy positivo.
- Horarios flexibles. A diferencia del contrato del trabajador por cuenta ajena, si eres autónomo tú eres el que decide cuándo empiezas y acabas tu jornada de trabajo. Esto puede no ser siempre positivo pero sí lo es la posibilidad de tener un horario flexible y adaptado a ti.
- Puedes elegir para quien trabajar. Cuando creas tu cartera de cliente no tienes la obligación de trabajar para nadie que no quieras. Puede que al principio esto te parezca difícil pero es un punto positivo que tendrás en el futuro.
- Tus ingresos no tienen límites. Al no tener un salario fijo como los asalariados, tus ingresos pueden subir exponencialmente durante una buena racha. Y todos los beneficios serán tuyos.
- Facilidad para conciliar. Es lo que tiene poder organizar tu trabajo a tu manera, que te puedes organizar para pasar más tiempo con la familia.
Inconvenientes de trabajar por cuenta propia
Aunque hemos visto que los autónomos tienen cosas muy positivas, aunque algunos no lo crean, también tienen algunos inconvenientes:
- Mayores obligaciones fiscales. Los autónomos tienen unas exigencias mayores. Cotizan individualmente al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y deben cumplir con el calendario fiscal. Esto es así porque no se puede trabajar por cuenta propia sin ser autónomo, salvo excepciones.
- Cuota de autónomos. Los trabajadores por cuenta propia deben pagar su mensualidad en el RETA para poder hacer su actividad. Esto es así independientemente de su estado de funcionamiento y de los ingresos obtenidos.
- Poca estabilidad laboral. Al no tener un salario fijado, depende de los ingresos generados.
- Medios propios. Debe tener todas las herramientas para desarrollar su trabajo.
- Ingresos variables. Ya hemos visto antes que, cuando hay una buena racha, puedes ganar mucho dinero. Pero, si la situación es la contraria puedes vivir una mala época y tener dificultades económicas.
- Menos protección social. La protección social depende de lo que cotices, que a su vez depende de lo que ganes. La consecuencia será que recibirás prestaciones más bajas en comparación con un trabajador por cuenta ajena.
- Responsabilidad ilimitada. En caso de deudas, no hay distinción entre tu patrimonio privado y tu patrimonio profesional, por lo que tendrías que responder con el privado.
- No tienes vacaciones pagadas. Ni vacaciones ni festivos. Día que no trabajes, día que no cobras. Esto es un poco complicado, sobre todo, si tus ingresos no son muy altos y no puedes contar con personal que te sustituya.
Bueno…¿Entonces cuál es mejor? Pues yo te diría que no existe una respuesta a esta pregunta y que depende de los gustos, ambiciones y situación de cada uno. Ya tienes toda la información, ahora sólo tú puedes decidir.
Una cosa que sí te diremos claramente, es que cuentes con ayuda especializada para tu alta de autónomo, si es eso lo que decides. Para ello, cuenta con Ayuda T Pymes, sus asesores te ayudarán con todo para que esté hecho correctamente y sin preocuparte por los trámites y gestiones de tu negocio.