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Optimizar los gastos es importante para mantener tu negocio, y aquí entran las dudas con los gastos deducibles, o no, y los de difícil justificación.
Con estos últimos la Administración es ligeramente bondadosa y deja que te deduzcas un porcentaje para aliviar tu carga fiscal. No todo iba a ser pagar, ¿no te parece?
En este post te voy a contar cuáles son exactamente esos gastos de difícil justificación en el modelo 130, por qué son importantes, en qué afectan a la hora de las deducciones y mucho más. ¿Preparado para ahorrarte unos eurillos en impuestos?
¿Qué son los gastos de difícil justificación?
Los gastos de difícil justificación son aquellos que, aunque son necesarios para el desarrollo de la actividad profesional, no están directamente relacionados con ella.
Y como te adelantaba en la intro, la Agencia Tributaria permite que los autónomos se los deduzcan, siempre que tributen en estimación directa simplificada en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Estos gastos no requieren que se acrediten mediante documentos como facturas o recibos, por lo que es más sencillo deducirlos en la declaración de la renta. Algunos ejemplos de este tipo de gastos son:
- Pequeños consumos como almuerzos o cafés relacionados con el trabajo.
 - Compra de material de oficina que no siempre tiene un recibo detallado.
 - Gastos de representación como pueden ser regalos a proveedores o clientes en fechas señaladas.
 - Dietas y gastos de viaje cuando no cuentas con el ticket.
 - Pequeñas herramientas compradas para la actividad profesional, pero de la que no cuentas con recibo.
 - Gastos de la vivienda relacionados con el teletrabajo.
 
Según la normativa actual, los gastos de difícil justificación pueden deducirse aunque no estén perfectamente documentados.
El porcentaje deducible es de un 5 % del rendimiento neto de la actividad del autónomo, con un límite máximo de 2.000 € anuales.
Polémica sobre los gastos de difícil deducción
En los últimos años, el tema de los gastos de difícil justificación ha sido polémico porque en la reforma fiscal se incrementó el porcentaje de la deducción de forma transitoria hasta el 7%, lo que afectó a los autónomos en el siguiente ejercicio.
¿Dónde viene la polémica? En que el límite máximo de 2.000 € no se ha cambiado.
Eso ha generando críticas entre los autónomos que consideran que el tope es insuficiente, sobre todo para aquellos que cuentan con rendimientos superiores a los 28.500 € anuales, ya que no pueden beneficiarse completamente de la deducción.
¿Cuáles son los requisitos para la deducción de gastos de difícil justificación?
Si quieres beneficiarte de esta herramienta fiscal, los requisitos que debes cumplir son:
- Estar dentro del régimen de estimación directa simplificada en el IRPF.
 - No superar el límite de la deducción. Como hemos adelantado, la deducción es de un 5 % del rendimiento neto con un límite de 2000 euros al año.
 - Debes obtener beneficios con tu actividad. Es decir, que los ingresos superen a los gastos en el balance.
 - Tienes que hacer correctamente tu declaración de la renta. Así se verán bien reflejados los gastos aunque no necesites justificarlos mediante facturas o tickets.
 
Como bien sabes, un autónomo tiene que llevar la contabilidad al día de forma ordenada y clara, ya que Hacienda puede pedir en cualquier momento una revisión para comprobar que los gastos que quieres deducir cumplen con la normativa vigente.
En este caso, si te quieres quitar problemas, no dudes en utilizar los servicios de Ayuda T Pymes para que hagan todos estos trámites por ti.
¿Cómo calcular los gastos de difícil justificación y en qué afectan a las deducciones?
El cálculo es bastante sencillo de realizar, los gastos de difícil justificación se cuantifican aplicando el porcentaje del 5 % sobre el rendimiento neto positivo.
🧑🏫 Para que lo entiendas mejor: tomas los ingresos de tu negocio menos los gastos justificados y a la cifra que obtengas le aplicas un 5 %.
Por ejemplo, digamos que este ejercicio el rendimiento neto de tu negocio es de 20.000 euros, entonces, aplicando el 5 % obtenemos:
- Rendimiento neto de 20.000 €.
 - 5 % de 20.000 € = 1.000 €.
 
En este ejemplo, podrías deducir 1.000 € como gastos de difícil justificación. Recuerda que el límite es 2.000 €, así que solo podrías deducir esa cantidad aunque el cálculo fuera mayor.
¿Dónde y cómo debes reflejarlos cuando los presentes a Hacienda?
Las provisiones deducibles y gastos difícil justificación en la modalidad simplificada deben presentarse a través de:
- El modelo 130: un viejo “amigo” de todo autónomo. Los gastos de difícil justificación en el modelo 130 se deben declarar cada trimestre.
 
En él los debes incluir en la casilla 12 como un gasto adicional calculado previamente. Registra correctamente esta deducción para evitar tener más conversaciones de las debidas con Hacienda a causa de discrepancias.
- En la declaración de la renta: cuando hagas tu declaración anual de la renta, estos gastos se te aplicarán automáticamente, siempre que hayas hecho bien la declaración de los gastos de difícil justificación en el modelo 130.
 
Es importante revisar que esté todo correcto para evitar tener que hacer ajustes posteriores a la presentación de tu declaración.
Consejos para registrar los gastos de difícil justificación en el modelo 130
Si quieres evitar tener que relacionarte a menudo con la Agencia Tributaria, te doy varios consejos para que los hagas todo bien a la primera:
- Revisa bien tus declaraciones. Asegúrate de que la casilla de la renta de los gastos de difícil justificación sea la adecuada, también compruébalo en el modelo 130.
 - Documenta lo máximo posible. Aunque no se requiera y algunos gastos sean complicados de justificar, intenta conseguir siempre algún tipo de documento que pueda ayudarte a relacionarlo con tu actividad profesional.
 - Cuenta con la ayuda de un asesor fiscal. Como autónomo no tienes por qué saber de todo. Encuentra a tu asesor fiscal de confianza que te ayude a la hora de realizar los trámites de tu negocio.
 
Ya ves que los gastos de difícil justificación son una herramienta muy interesante para los autónomos, porque te permiten reducir la carga fiscal de tu empresa de una forma muy sencilla.
Si necesitas ayuda para contabilizar tus gastos de difícil justificación o tienes dudas de qué puedes incluir dentro de este apartado en la declaración, cuenta con la experiencia profesional de Ayuda T Pymes. Haz clic abajo y quítate de encima esta tarea para centrarte en lo verdaderamente importante: tu trabajo.
