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Las cotizaciones son una parte fundamental del salario de los trabajadores, tanto por cuenta ajena como por cuenta propia. Se destinan a la Seguridad Social y se obtienen aplicando un porcentaje a la base de cotización.
En las cotizaciones encontramos dos tipos y es importante conocer la diferencia entre contingencias comunes y profesionales.
Te ayudaré a adentrarte en este difícil mundo de las contingencias comunes, Seguridad Social y contingencias profesionales.
Contingencias comunes
Qué son las contingencias comunes
La cotización por contingencias comunes está destinada directamente a las situaciones que generan una baja laboral pero que no están directamente relacionadas con el trabajo que desarrolla el trabajador. Es decir, cuando un trabajador está de baja médica por una enfermedad común o un accidente doméstico, se considera una contingencia común.
Entre estas situaciones se incluyen:
- Enfermedades comunes, es decir, aquellas que no han sido causadas por el desempeño del trabajo. Ejemplo: una gripe o bronquitis.
- Accidentes no laborales, que son aquellos ocurridos fuera del entorno y horario de trabajo y sin vinculación con la actividad profesional del trabajador. (Nota: No deben confundirse con los accidentes in itinere, que pueden ser considerados laborales en determinados casos). Ejemplo: un esguince jugando al fútbol en el tiempo libre.
- Otras situaciones como el riesgo durante el embarazo o la lactancia natural, cuando la actividad laboral pueda suponer un peligro para la salud de la trabajadora o el bebé.
Para qué sirven las contingencias comunes
Además de lo que te hemos comentado en los apartados anteriores, las contingencias comunes también dan cobertura a otras situaciones de la vida de un trabajador, como la baja por maternidad o paternidad y la prestación de jubilación una vez que acaba la vida laboral de la persona.
Cómo se calculan las contingencias comunes
La base de cotización de contingencias comunes se calcula sumando el salario base, los complementos salariales y la parte proporcional de las pagas extraordinarias.
A la cantidad total se le aplica el porcentaje establecido en función del régimen de la Seguridad Social en el que el trabajador se encuentre dado de alta.
- Régimen General: El tipo de cotización por contingencias comunes es del 28,3%, distribuido en un 23,6% a cargo de la empresa y un 4,7% a cargo del trabajador.
- Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA): La base de cotización la escoge el trabajador dentro de los límites fijados según sus ingresos reales, aplicándose un 28,3% si incluye cobertura por incapacidad temporal.
Existen además otras peculiaridades para el caso del régimen especial agrario y régimen especial del mar.
Aunque debes saber que no todas las percepciones cotizan. Un ejemplo que podría darse son las indemnizaciones por despido, estas tienen una peculiaridad y es que dentro de los límites exentos no se incluyen en la base de cotización.
¿Quién paga la prestación por enfermedad común o accidente no laboral?
Las contingencias comunes se asumen por el propio trabajador, y por la empresa, en los porcentajes descritos anteriormente (4.70% a cargo del trabajador, y 23.6% a cargo de la empresa). Ese importe se deduce de la nómina del trabajador, y va destinado a hacer frente del cobro de una posible prestación.
Cuando un trabajador está de baja por enfermedad común o accidente no laboral, el pago de la prestación se distribuye en diferentes fases según el tiempo de duración de la baja.
- Días 1 a 3: No se cobra prestación (salvo que el convenio colectivo indique lo contrario, ya que puede existir un complemento en convenio para que durante los primeros días el trabajador cobre hasta el 100% de su salario).
- Días 4 a 15: La empresa asume el pago de la prestación, equivalente al 60% de la base reguladora.
- A partir del día 16: El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) o la mutua colaboradora asume el pago de la prestación, que sigue siendo del 60% de la base reguladora hasta el día 20, y del 75% a partir del día 21.
Aunque a partir del día 16 la prestación la paga la Seguridad Social o la mutua, la empresa sigue siendo la encargada de adelantar el pago al trabajador a través de pago delegado y posteriormente lo deduce en los seguros sociales.
Si la empresa está adherida a una mutua colaboradora de la Seguridad Social con la cobertura de las contingencias comunes, esta entidad puede gestionar directamente el pago a través del pago directo solicitándolo en la propia mutua así como el propio seguimiento del trabajador.
Contingencias profesionales
Qué son las contingencias profesionales
La cotización por contingencias profesionales es el importe destinado a cubrir los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales.
Este tipo de contingencias se da en situaciones en las que el trabajador sufre una alteración en la salud que se ha generado por una enfermedad o accidente directamente relacionado con el trabajo.
Para poder considerar la enfermedad o accidente como laboral deben cumplirse los siguientes requisitos:
- Que se haya generado un daño corporal o psíquico que ocurre durante la actividad laboral o como consecuencia de la misma. Ejemplo: una caída en la oficina.
- Qué la persona esté ejerciendo una actividad laboral en ese momento. Es fundamental que sea causa directa del desarrollo de sus tareas.
- En el caso de que se trate de una enfermedad profesional debe haberse contraído de forma directa por el desarrollo del trabajo por cuenta ajena y debe estar especificada en el cuadro de Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social. Ejemplo: una enfermedad respiratoria por exposición a productos químicos en el trabajo.
Se incluye aquí también el denominado como accidente in itinere. Tiene que darse la situación de que lo sufra en el ir y volver del trabajo, que sea en su itinerario habitual y que no se haya interrumpido el trabajo en ese momento de manera injustificada. Si el accidente de tráfico se da cumpliendo estos requisitos está incluido en las contingencias profesionales, debes conocer que se consideran validas algunas paradas esenciales como llevar a tu hijo al colegio antes de ir al trabajo.
Para qué sirven las contingencias profesionales
La cotización por contingencias profesionales sirve para cubrir la prestación a la que tienes derecho aquellos trabajadores que sufren un accidente laboral o una enfermedad profesional, garantizando la protección del trabajador ante situaciones que afectan su capacidad laboral o su vida.
Cubren las siguientes situaciones:
- Por incapacidad temporal.
- Por invalidez, fallecimiento y pensiones derivadas del fallecimiento, como la orfandad y la viudedad.
Cómo se calculan las contingencias profesionales
La base de cotización por contingencias profesionales se calcula igual que la de contingencias comunes pero añadiendo el importe que corresponda por las horas extraordinarias que haya trabajado el empleado. Es decir, el salario base, los complementos salariales, la parte proporcional de las pagas extraordinarias y las horas extras.
Tanto la base por Contingencias Comunes, como la de Contingencias Profesionales, tiene unos topes máximos y mínimos que se irán fijando cada año. La base mínima será el equivalente al salario mínimo interprofesional vigente, incrementando por el prorrateo de las percepciones de vencimiento no superior al mensual que perciba el trabajador.
¿Quién paga la prestación derivada de accidentes o enfermedades laborales?
A diferencia de las contingencias comunes, la prestación por contingencias profesionales funcionan de forma diferente.
Cuando un trabajador sufre un accidente de trabajo o una enfermedad profesional, tiene derecho a una prestación económica que consiste en el 75% de la base reguladora, y que abonará la mutua desde el día siguiente de la baja.
Además, hay que revisar si el convenio colectivo contempla abonar el 25% restante en caso de accidentes de trabajo o enfermedad profesional.
¿Qué diferencias hay entre contingencias comunes y profesionales?
Entonces, para que quede claro. La diferencia entre contingencias comunes y profesionales es que las primeras cubren las prestaciones que se derivan de enfermedades y accidentes que no tienen relación directa con el trabajo y las segundas las que sí la tienen.
Además, también existen diferencias en el cálculo de su base y los porcentajes que se aplican, como hemos visto.
También debes tener en cuenta las diferencias en los encargados del pago de dicha prestación en cada momento.
Espero que toda esta información que te he dado te haya ayudado a aclarar las diferencias entre un tipo de cotización y otro y para qué sirven, que es la gran pregunta que todos nos hacemos.
Pero si sigues teniendo dudas o necesitas asesoramiento y ayuda en los trámites y gestiones laborales, te recomiendo que acudas al equipo de Ayuda T Pymes. Son profesionales con conocimientos y experiencia, que se podrán encargar de todo para que tú simplemente te dediques a hacer crecer tu negocio.
