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¿Sabrías decirme si los autónomos pagan más impuestos que los asalariados? Es bastante recurrente encontrar discusiones entre el colectivo autónomo y asalariado por ahí al respecto.

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Hoy en GesTron vamos a aclarar las dudas y a analizarlo desde nuestra gestoría.

Diferencias en los impuestos entre autónomos y asalariados

En general, los autónomos deben hacer frente a tres tipos de impuestos, aunque uno de ellos casi que no cuenta:

  • El IRPF es progresivo, lo que quiere decir que cuanto más se pasta se gana, más se debe pagar. Este impuesto se calcula en función de los beneficios generados y funciona del mismo modo para el autónomo y asalariado. En cambio, el IRPF de los asalariados aparece en su nómina y se retiene por adelantado cada mes. De todos modos, igualmente, al final del periodo debe ajustarse en la Declaración de la Renta tanto en autónomos como en asalariados.

  • La cuota de la Seguridad Social. Este trae controversia de lejos. Se trata de un impuesto necesario para garantizar ciertas coberturas al trabajador por cuenta propia, como la sanidad o la incapacidad temporal; así como prestaciones futuras como la jubilación. Las diferencias de cotización entre ambos están en que el trabajador por cuenta ajena afronta una parte y su empresario otra, mientras que en el trabajador por cuenta propia cotiza completo. Los porcentajes de cotización son los siguientes:
    • Cuenta ajena:
      • Contingencias comunes: 4.70%
      • Desempleo: 1.55%
      • Formación profesional: 0.10%
      • Mecanismo de equidad intergeneracional (MEI): 0.10%
    • Cuenta Propia:
      • Contingencias comunes: 28.30%
      • Contingencias profesionales: 1.30%
      • Cese de actividad: 0.90%
      • Formación profesional: 0.10%
      • Mecanismo de equidad intergeneracional (MEI): 0.60%

  • Luego está el IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido), que aunque debe presentarse trimestral y anualmente, no es realmente un impuesto para el trabajador por cuenta propia. En relación al IVA el autónomo funciona como un recaudador de Hacienda, más o menos, repercutiendo el mismo en el cliente final. Muchos apelan al efecto que tiene el impuesto sobre el precio final de sus productos o servicios, incrementándolo considerablemente dependiendo del tipo de producto gravado. El autónomo simplemente lo recauda en nombre del estado. Esa es la razón por la que se refleja desglosado en cada factura.

Entre un autónomo y asalariado, ¿quién paga más impuestos?

Vamos a tirar de un ejemplo para verlo claro. Imaginemos que en ambos casos, autónomo y empleado son solteros y sin hijos.

Ejemplo comparativo de impuestos entre autónomo y asalariado

Supón que el trabajador por cuenta propia ha generado unos beneficios brutos anuales de 14.000 euros y que, por su parte, el asalariado ha cobrado exactamente lo mismo en el cómputo de pagas ordinarias y extraordinarias a lo largo del año.

Ten en cuenta que se trata de un ejemplo orientativo y que, a la hora de la verdad, es prácticamente imposible comparar dos casos en igualdad impecable de condiciones. ¿Por qué? Porque dependerá de si la persona tiene o no hipoteca, del total de gastos deducibles, del número de hijos y un montón de movidas.

Muchos hablan de que el autónomo tiene muchas partidas desgravables, desde el vehículo en concepto de renting, pasando por los costes derivados del mantenimiento del mismo, el combustible, en ocasiones las comidas. Sin embargo, la verdad es que el autónomo tiene complicado deducirse algunas de las mismas. Por ejemplo, si no se demuestra que el uso de un vehículo es sólo profesional, únicamente se podría desgravar parte del mismo.

En el mismo sentido, los asalariados cuentas con reducciones por rendimientos del trabajo (un mínimo de 2.000 euros anuales), a los que los trabajadores por cuenta propia no tienen acceso.

Sigamos con el ejemplo tras estas aclaraciones necesarias.

Impuestos del autónomo

  • BENEFICIO BRUTO: 14.000€
  • IRPF: 10,56%

CUOTA RETA: 4.368,48€

Impuesto del asalariado

  • BENEFICIO BRUTO: 14.000€
  • IRPF: 2,84%

Euros totales al año por cotización: 289,87€ (IRPF)+ 405,86€ (resto cotizaciones a continuación desglosadas)

  • contingencias comunes: 211,29€
  • MEI: 4,50€
  • Desempleo: 69,68€
  • Formación profesional: 4,50€

Como vemos, en principio parece que entre autónomo y asalariado en cuestión de pago de impuestos el primero sale perdiendo.

👉 Total anual del autónomo: 4.368,48€

👉 Total anual del asalariado: 695,73€

¿Qué ocurre? Que en realidad estamos dejando al margen los impuestos que las empresas pagan directamente del sueldo bruto del asalariado. Aunque, como comprobarás, aun así sigue quedando muy por debajo.

Cotizaciones a cargo de la empresa en el ejemplo de este asalariado
  • contingencias comunes: 1.272,23€
  • MEI: 26.97€
  • Contingencias profesionales: 424.82€

Cuando una empresa contrata a un empleado, tendrá unos gastos derivados de prestaciones en Seguridad Social: 23,6% del salario bruto por contingencias comunes, 5,5% por desempleo. Además, el 0,2% irán a parar al Fondo de Garantía Salarial y un 0,6% se destinarán a fines formativos. Del mismo modo, aunque una cuantía variable, se destina otra partida a la cobertura de posibles accidentes laborales y enfermedades profesionales.

Teniendo todos estos aspectos en cuenta, resulta que al final de entre autónomo y asalariado, el último termina teniendo más gastos impuestos en concepto de Seguridad Social. Que si hablamos en sentido estricto, no se trata de una carga fiscal como tal, sino de la cobertura de una prestación social que garantice un estado de bienestar determinado.

¿Es mejor ser autónomo o asalariado?

Se trata de situaciones distintas. El asalariado no decide cuánto tributa. Con el autónomo existe una posibilidad (que no siempre escogerá).

Mayor capacidad de ingresos en los autónomos que en los asalariados

Es decir, a diferencia de la cierta estabilidad en cuanto al sueldo con el que puede contar un asalariado, los trabajadores por cuenta propia cuentan con un grado de incertidumbre mucho mayor, al igual que una capacidad mucho mayor de generar mayores ingresos.

Esa es la mejor parte, sin duda.

Un asalariado no tiene por qué ganar más dinero por aportar más beneficio a la empresa. Un autónomo sí, porque es la empresa en sí misma.

Ganar 6000€ al mes es una utopía para muchos asalariados, pero para un autónomo es solo una cifra alcanzable como cualquier otra si mueve bien sus fichas. Claro que si las mueve mal, podría ganar cero patatero.

Podrías pensar que la incertidumbre solo se da en el caso de los autónomos, pero dime qué asalariado hoy día tiene asegurado su puesto de trabajo para toda la vida.

Mejores prestaciones sociales en asalariados que en autónomos

El coste de esta circunstancia es que, si comparamos la situación del autónomo y asalariado, el trabajador por cuenta ajena cuenta con pagas de jubilación más elevadas.

También la prestación por desempleo es muchísimo más accesible en los asalariados que la equivalente en el cese de actividad del autónomo, así como mayor protección en caso de baja temporal.

Es por eso que muchos colectivos abogan por ajustar el régimen reservado al trabajo por cuenta propia, adaptando modelos que permitan desarrollarlo sin coste en cuanto a Seguridad Social para ingresos mínimos, como complemento del trabajo como asalariado o como forma de ingreso extra.

También hay propuestas a favor de que el importe de cuota del RETA sea un tanto por ciento del nivel de ingresos. Y en verdad dicen que lo han hecho, solo que al final con las nuevas cotizaciones por ingresos reales ha resultado que los autónomos que más ingresos sube su cuota muchísimo, y los que menos ingresan tienen una bajada minúscula.

Ahora que tienes más claras las diferencias entre un autónomo y un asalariado, ¿te animas a emprender? Porque de eso sabemos una barbaridad. ¡Crece con nosotros!