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Cuando hablamos de multas de Hacienda al autónomo a todos se nos hiela un poco el cuerpito. Tema chungo, pues sí. Como si no fuera lo suficiente difícil mantener un pequeño negocio a flote en el contexto actual.
Desde Gestron, aunque intento gestionar lo mejor posible mi trabajo como súper héroe empresarial, hay cosas de las que no puedo salvarte. Lo que sí puedo hacer es proporcionar las herramientas e información necesarias para saber cómo actuar y mantener alejadas multas de Hacienda al autónomo, evitando que afecten a su negocio.
Pero vamos por partes.
Multas de Hacienda al Autónomo: evita los fallos más comunes
La gracia de las sanciones en Hacienda suele tener causa recurrente entre los autónomos y pequeños empresarios. La cuestión es que cada uno es hijo de su padre y de su madre, tiene su propia forma de trabajar y las prisas que vienen de la mano de una vida ajetreada como la de trabajador por cuenta propia, pues nos hacen cometer fallos que suelen derivar en multas. Te indico a qué tienes que echar especial ojo:
Si te llega un requerimiento de Hacienda, tienes 10 días laborables para resolverlo, por tu bien
Si te llega un requerimiento de Hacienda, normalmente intentarán ponerse en contacto contigo mediante correo certificado dos veces. Yo sé que a veces hay gente (yo no juzgo a nadie, cuidado) que cae en la tentación de hacer como que no se entera y pasan de ir a recogerlos sin más. Ese no es un procedimiento eficiente para evitar posibles multas de Hacienda al autónomo o, en definitiva, a quien sea.
Además, desde octubre de 2023, en el caso de los autónomos que realicen una actividad profesional, están obligados a disponer de certificado digital. El cual los distingue entre personas físicas y jurídicas, en este caso las notificaciones se envían a un buzón electrónico que Hacienda te recomienda consultar al menos una vez cada 10 días (para que no te venza el plazo de respuesta). Si se incumple esta obligatoriedad, se corre el riesgo de multas de 250 euros.
De hecho, amigo, si decides hacer oídos sordos, tras estos dos intentos que te mencionaba, el requerimiento se publicará en el Boletín Oficial de tu provincia. A partir del momento en el que sale en esta vía, empieza a descontarse el tiempo que te conceden para ejercer tu derecho a alegaciones.
Si se te pasara el plazo, es mejor que contestes de todas formas, ya que si no lo haces los efectos son irrevocables. Aunque te aviso de que, en este caso, pasado el periodo de alegaciones, Hacienda no tiene por qué tener en cuenta tu escrito.
Ten en cuenta que, si no presentas ningún tipo de alegación en plazo, la sentencia que estime la administración se entenderá firme y ya no podrás rechistar, sólo recibir la carta de pago y abonar el importe exigido.
Puedes presentar tu alegación por vía telemática, siendo más cómodo y rápido. Si la Agencia Tributaria solicita que adjuntes documentación para revisar tu situación y no lo haces, te puedes llevar una penalización desde los 150 euros hasta los 600.000 euros en los casos mas graves.
Imagina que presentas tu alegación, tus documentos requeridos y tal y cual, y la administración sigue manteniendo su reclamación. Entonces, recibirás de nuevo un requerimiento informándote de tu situación.
En ese punto, podrías presentar un recurso de reposición y, si el fallo sigue siendo en tu contra, se podría incluso llegar al Tribunal Económico Administrativo o tirar por la vía judicial.
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Errores comunes que provocan multas de Hacienda al Autónomo
1. Rellenar incorrectamente las facturas de venta
Las facturas que expidas deben contener referentes adecuados. Es decir, la numeración que asignes a tu facturación debe ser coherente en cuanto a fecha y número. Si haces una factura con número 1-2024 el 1 de febrero de 2024, la factura 2-2024 debe tener fecha del mismo 1 de febrero en adelante o posterior.
Ten cuidadín con ese tipo de fallos, que son comunes con las prisas y con el rollo de no tener tiempo a veces no llevamos un registro adecuado de las facturas anteriores.
Tanto es así, que no son pocos los autónomos que al abrir el cajón del desastre de las facturas, donde habías decidido colocarlas todas para no perderlas, resulta que al ordenarlas nos encontramos con “huecos o saltos” en la numeración de facturas tenemos la 1, la 2 la 4, la 5, la 9 y la X. En este caso, Hacienda podría interpretar que estas ocultando ingresos ya que la numeración como hemos dicho antes debe ser correlativa.
Además, debes usar una serie específica para los abonos. Sí, sí, no puedes hacer una factura rectificativa con el numero siguiente a una en positivo.
¡Ojito con esto! Si haces tu primera factura rectificativa esta deberá constar su condición de rectificativa y la descripción de la causa que motiva la rectificación, los datos identificativos de la factura o facturas rectificadas.
¿Qué ocurre? Que Hacienda tiene los mecanismos para contrastar la información que tú les facilitas con la de tu cliente y si no coinciden, pues multa. Yo te recomiendo que, o bien, te hagas con un buen software de facturación donde tenerlo todo en condiciones o, lo ideal, evita sanciones dejando el tema fiscal en manos de profesionales.
2. Fallos en los modelos de impuestos
Fallos en la presentación de los modelos de impuestos al pasar ingresos y gastos, al reflejar las compras a proveedores comunitarios que no llevan IVA, confusiones a la hora de marcar casillas rellenando otras que no se corresponden con nuestra actividad, etc. Es normal cometer ese tipo de error, pero insisto, mil ojos, porque también son motivo de multa.
Además, la no presentación de modelos en plazo también puede acarrearte multas innecesarias.
3. No gestionar correctamente los libros contables obligatorios
Los autónomos no tenemos las mismas obligaciones en cuanto a contabilidad que las sociedades. PERO existen los libros de registros que son de carácter obligatorio. Esto es donde tu negocio refleja el flujo de ingresos y ventas, gastos y un libro que recoja el inventario de bienes de inversión.
Habrá que ir pensando en cumplir con un formato adecuado a la hora de reflejar todos estos movimientos, uno, que Hacienda admita como válido y no, no vale tu mega hoja de Excel.
¿Por qué? Porque al margen de no ser un soporte demasiado formal, los datos que recoge son susceptibles de ser fácilmente alterados en función de lo que sea y, por ende, no muy fiable para la Administración Pública.
En definitiva, que no cuenta como libro de registro y no cumpliría la normativa.
¿E imagina qué puede pasar? Multa por no correcta cumplimentación de obligaciones fiscales formales.

