Toda empresa necesita liquidez, lo que viene siendo dinerito para ponerse en marcha.
El factoring lleva desde hace muchos años evolucionando para convertirse, probablemente, en la solución a esos problemas de liquidez.
Si lo que estabas buscando era una herramienta de financiación a corto plazo, quédate, que te cuento qué es el factoring y cómo funciona. ¡Vamos a ello!
Qué es el factoring
El factoring es una herramienta de financiación que permite a una empresa convertir las facturas pendientes de pago en liquidez inmediata.
Y te preguntarás, ¿eso cómo es posible?
Muy sencillo, lo que hace la empresa es vender las facturas por cobrar a un factor (un tercero), a cambio de un porcentaje total de las facturas.
Para que me entiendas, los factores suelen ser bancos, cajas de ahorro y otras empresas especializadas. Gracias a este movimiento, el flujo de caja se acelerará y, además, reducirá la carga administrativa en gestión de cobros.
Este tipo de operación es muy útil para las pequeñas o medianas empresas que necesitan liquidez inmediata, ya que proporciona una forma de financiación rápido y flexible que no tiene deudas adicionales.
Cómo funciona el factoring
El proceso de funcionamiento del factoring es muy sencillo e implica los siguientes pasos:
- Se realiza la venta de facturas pendientes a un factor.
- El factor evalúa el riesgo y verifica la solvencia (en este paso se acuerda el porcentaje del valor total de las mismas que se adelantará).
- Se lleva a cabo el cobro del porcentaje, normalmente un 70-90%.
- El factor se encarga de realizar la gestión de cobros de los clientes.
- Al realizar este cobro, la empresa encargada del factoring retiene una comisión del cobro, y le devuelve el resto a la empresa.
Como puedes ver, es un proceso relativamente rápido. Eso sí, tienes que tener en cuenta que ese cobro de comisiones puede ser un coste financiero importante. Por eso, lo mejor es que te informes bien para no llevarte un susto en la cuenta del banco.
Tipos de factoring
Para saber qué factoring es el que más te conviene, lo mejor es que conozcas los tipos que existen.
Te lo cuento.
Factoring con recurso
También es llamado factoring con responsabilidad.
El factoring con recurso consiste en un contrato en el cual una empresa hace una entrega de las facturas al factor, que por su parte entrega la liquidez de forma inmediata y descontando del monto entregado el porcentaje por motivo de intereses y gastos.
En el caso de que el deudor de la factura no realice el pago del documento, el factor tendrá el derecho de reclamar el dinero a la empresa. Si no se realiza el pago por su parte, podría existir un juicio entre ambas partes, algo a lo que seguro que no quieres llegar.
Por lo tanto, se suele recomendar el factoring con recursos cuando se cumplan estas tres premisas:
- Los clientes tienen buena solvencia.
- Estén libres de impagos.
- Cuenten con una gestión de cobros claro.
Si falla alguno de estos supuestos, podrías verte envuelto en problemas en el futuro.
Factoring sin recurso
Este tipo de factoring sin responsabilidad es similar al factoring con recurso. La diferencia radica en la responsabilidad de contratación del servicio del factoring, ya que se haría cargo en caso de impago del deudor, y no podrán exigirte nada. Esto suena mucho mejor, ¿verdad?
Evidentemente, es el caso más común de factoring por los pocos riesgos que implica para la empresa contratante del servicio.
Factoring de exportación
Aunque las más comunes son las dos anteriores, existen más tipos de factoring. Ese es el caso del factoring de exportación.
Cuando una empresa realiza ventas de productos al extranjero, si contrata el servicio de factoring, podrá obtener el pago inmediato de las operaciones que haya realizado hacia el extranjero, sin que tenga que esperar a que el destinatario de las exportaciones realice el pago.
Este tipo de factoring es recomendable en caso de que tu empresa exporte en firme y de forma habitual.
Factoring de importación
Aun no he acabado. También está el factoring de importación, que permite que una empresa con residencia en el extranjero y una sucursal en una región donde realiza actividades comerciales, pueda realizar la transferencia de créditos a un factor que sí se encuentre en la misma región.
En este tipo de factoring, el factor se hará cargo de toda la gestión de pagos y cobros.
Se trata de una modalidad recomendable cuando necesitas que te faciliten la operación de compra a proveedores y garantizarles el pago, cuando se traten de operaciones fuera del lugar de residencia de tu empresa.
Factoring de múltiples contratos
El factoring de múltiples contratos es el ideal cuando tu empresa no puede realizar una actividad por falta de recursos, infraestructuras o capacidades técnicas.
Con este tipo de factoring podrás optar a una prestación de un servicio o producto que no eres capaz de desarrollar por ti mismo.
Factoring compartido
Hablamos de factoring compartido cuando dos o más factores proceden a compartir facturas de uno o más cedentes. Es una forma de hacer la gestión de estos documentos por parte de las entidades de factoring.
Reverse Factoring
Como puedes imaginar se trata de un factoring al revés. Es decir, la entidad de factoring, en vez proporcionar la liquidez a la empresa, paga sus deudas a los proveedores. Y, luego, cobra las facturas a la empresa contratante.
Ventajas y desventajas del factoring
Después de esta información podrías entender que esta herramienta de liquidez no tiene en la práctica nada malo, pero lo mejor para comprobar que se trata de algo que necesitas es hacer una lista de pros y contras.
Sé que lo hiciste con tu ex y no te sirvió de nada, pero esta vez será distinto, hazme caso.
Ventajas del factoring
- Mejora la liquidez. El flujo de caja se acelera, siendo crucial para las operaciones financieras diarias y estimulando el crecimiento de la empresa.
- Gestión de riesgo frente a impagos. En caso de que el deudor no cumpla con el pago, tu empresa estará protegida; siempre y cuando el factor se haga cargo de esta gestión.
- Gestión de cobros. Al pasar esta gestión al factor, podrás ahorrar tiempo y recursos.
- Ayuda en el crecimiento de tu empresa. Al obtener un flujo mayor y más efectivo tendrás la capacidad de mejorar, planificando y ejecutando estrategias de crecimiento.
- Flexibilidad financiera. Es común que las empresas de factoring den la posibilidad de seleccionar las facturas que vas a factorizar ofreciendo más flexibilidad en comparación con otras formas de financiación.
Desventajas del factoring
- Coste. El factoring puede llegar a ser una forma de financiación cara dependiendo de las cláusulas que acuerdes con las entidades de factoring, debido a las comisiones o los intereses.
- Dependencia financiera. A la larga, puede generarse una relación de dependencia entre tu empresa y el factor que podría limitar la gestión de tus cuentas.
- Percepción del mercado. En algunos casos, el uso de este tipo de financiación podría percibirse como una señal de problemas financieros, y podría afectar a las relaciones comerciales de tu empresa.
Como puedes ver, hay muchas más ventajas que desventajas. Aún así lo mejor sería estudiar caso por caso, ya que al tratarse de algo tan delicado como la gestión de cobros y de deudas es mejor no aventurarse a la ligera.
Qué se necesita para factorizar una factura
Aunque esta operación dependerá de la entidad de factoring con quien la realices, existen algunos requisitos habituales que podrían ser clave a la hora de factorizar una factura. Te lo cuento.
- Tendrías que obtener una copia adicional de la factura para realizar su transferencia.
- En dicha factura, indicar que se trata de una factura factorizable.
- Deberías contar con una fecha de pago estipulado, ya que si no se estipula el plazo será de 30 días a partir de la recepción de la misma.
- Ten en cuenta que no podrá ser una factura que se haya reclamado previamente.
- Deben de figurar todos los datos del receptor.
Ejemplo de factoring
Como no es lo mismo leer definiciones y palabrejas complicadas de entender que ver un caso práctico, te voy a explicar qué es el factoring y cómo funciona con un ejemplo que vas a entender a la perfección.
Floristería FloresSilvestres S.A
Flora tiene una floristería y un cliente le ha encargado 200 centros de mesa para una boda. Estos centros de mesa tienen un valor de 20.000€ que se deberán de abonar en dos meses (60 días).Justo después de esta compra, Flora tiene otras compras y no tiene liquidez para afrontar la compra a sus proveedores. En este caso, Flora acude a una entidad de factoring y llega a un acuerdo de factoring sin responsabilidad con ella.
Por un lado tenemos a Flora, que en el contrato será la cedente. El cliente de la boda será el deudor. Y el factor, será la entidad financiera.
Cuando se ponga en marcha el proceso, el factor le entregará a Flora el importe de la factura del deudor. Como ya hemos visto antes, la entidad de factoring al asumir todo el riesgo de la operación, estipula una comisión, vamos a pensar que es del 2,3%.
Si tenemos en cuenta las cifras, el factor le ingresaría a Flora lo siguiente:
20.000€ x 2,3= 46.000
46.000€ /100= 460
20.000€- 460= 19.540€
El resultado final será 19.540€, que le darán a Flora una liquidez inmediata para poder pagar a los proveedores.
La última parte del proceso llega a los dos meses de la compra del clientes, ya que será cuando este pague los 20.000€ y pueda darse por finalizada la operación.
Como hemos podido ver, Flora ha obtenido un adelanto de liquidez que le ha permitido seguir realizando sus actividades como empresa, sin apenas riesgo.
Como has podido comprobar, el factoring, o factorización de facturas, puede ser muy útil a la hora de realizar operaciones de financiación para tu empresa, pero es importante que estés informado de las desventajas que, aunque pocas, solo tu puedes decidir si te convienen o no asumirlas.
Si después de este artículo sigues teniendo dudas sobre el factoring, solo tienes que ponerte en contacto con Ayuda T Pymes, sus asesores son expertos en gestión de negocios. ¡No lo dudes, haz clic y déjanos tus datos! Muy pronto contactará contigo.