¡Pero qué contento estoy! Activo mi modo Macario porque, como buen superhéroe de la asesoría, pocas cosas me complacen tanto como ver a una persona valiente que quiere comenzar a emprender 😍
Di que sí, ¡tú, en mi equipo! Pero como dicen (y cantan) que no hay camino, sino que se hace camino al andar, he preparado este guía para contarte cuáles son esos primeros pasos para iniciarse en este apasionante mundo del emprendimiento.
Está claro que hay todo un proceso que seguir para emprender, y una ayudita nunca viene mal. Así que toma nota de todo lo que tienes que hacer porque, si la cosa sale bien, vas a estar más feliz que Steve Urkel si alguien le hubiera dicho «no, no has sido tú».
Piensa en el presupuesto con el que cuentas
Muchas personas te dirán que lo primero para empezar a emprender es pensar en qué hacerlo. Yo esto lo voy a dejar para lo segundo.
¿Por qué? Muy sencillo: porque en esta vida, hay que ser positivo pero realista, y no vas a poder elegir bien un tipo de negocio sin saber cuál es el «dinerillo» del que dispones.
Si realmente no tienes casi ni para empezar, no te desesperes. Siempre puedes optar por un modelo de negocio online, que requerirá menos gastos. Sobre todo, si se trata de una tienda de dropshipping.
En caso de que sí dispongas de una cierta cantidad de dinero para invertir, tienes que pensar para qué tipo de negocio da. No genera los mismos gastos iniciales una frutería que un concesionario, lógicamente.
Decide en qué emprender
Dicen que para emprender, hay que elegir algo que te apasione. Pero para mí, ese es un consejo que tiene muchos «flecos sueltos».
Para empezar, puedes tener claro que quieres emprender, y a la vez, que no haya nada que te apasione. Y para continuar, si te súper encanta el esquí, pero vives por ejemplo en Cádiz y no quieres irte de tu tierra, quizás este no sea un buen nicho de negocio en tu caso (a menos que quieras emprender online, que eso es harina de otro costal).
Por supuesto, tampoco vas a poner un negocio en algo que te desagrade o te aburra soberanamente. Hay muchas opciones, así que para mí, la clave sería la siguiente: escoge algo que te inspire ahora, simplemente.
No te agobies con eso de no elegir algo que te encante, porque además, los gustos cambian. Quédate con un nicho de negocio que tengas claro que ahora, en este momento, te convence. Es decir, que te agrada y piensas que te puedes desenvolver bien en él.
Si preguntas a varios empresarios de éxito qué querían ser de pequeños, quizás no querían vender eso que venden ahora (de hecho, igual querían ser futbolistas, bailarinas, bomberos…).
Así que lo primero que tienes que hacer es decidir. Tampoco te me pongas a pensar en el resto de tu vida, porque no sabes qué va a pasar el día de mañana; piensa en algo en lo que quieras emprender ahora.
Y además, eso de que si eliges un trabajo que te encanta no tendrás que trabajar un solo día de tu vida…Perdona, pero no. Elijas lo que elijas para emprender, vas a tener que trabajar. Eso sí, hazlo en algo que no te lleve «por la calle de la amargura», al menos.
Seguro que hay muchas ideas de negocios en los que piensas que te sentirías cómodo 😉
Déjame decirte algo más. A la hora de elegir, tienes dos opciones:
- Escoger un nicho de mercado en el que haya bastante competencia. Suena mal, pero es sinónimo de que es un mercado que funciona.
- Elegir un nicho de mercado arriesgado. Me gusta poner el ejemplo de las quinielas que se hacen a lo loco; si sale bien, puede salir muy muy bien, porque no mucha gente se ha atrevido a hacer algo semejante.
Valida tu idea para saber si es buena
Ya tenemos una idea, ¿ok? Y así de primeras, nuestro olfato como empresario en potencia nos dice que es buena. Pero necesitamos algo más.
Y eso que necesitamos es validar nuestra idea de negocio. Existen muchas formas de hacerlo, pero a mí me parecen especialmente importantes las siguientes:
Estudia a la competencia
Ver cómo le va a la competencia en ese negocio es una buena manera de validar tu idea. Ello a menos que hayas elegido un nicho novedoso en el que apenas haya competidores.
Analizar a la competencia no consiste simplemente en basarse qué hacen bien. Todo lo contrario: presta atención a lo que hacen mal, porque ahí está ese valor añadido que tú puedes ofrecer a los consumidores.
Intenta detectar cuáles son esos puntos débiles de tus competidores y qué podrías hacer tú para mejorarlos.
Identifica a tus early adopters
Para validar tu negocio, también es interesante que le hagas saber a tu público que vas a sacar al mercado un producto o servicio nuevo que, si bien aún no está terminado, ya tiene una proyección.
Esto te servirá para saber quiénes son tus early adopters o adoptadores tempranos; es decir, las primeras personas que van a querer probar tu oferta.
Si logras captar a tus early adopters, tendrás una pista muy fiable de cómo va a reaccionar el mercado ante el producto que deseas lanzar.
Haz crowdfunding
Quizás no merezca la pena pensar en el crowdfunding si estás pensando en un negocio que puedes sacar adelante con una inversión muy baja. Pero sí si es una idea que requiere de un cierto capital (que no tienes),
Para lanzar una campaña de crowdfunding tienes que establecer un sistema de recompensas para aquellas personas que financien tu negocio, por lo que tienes que pensar muy bien en tu estrategia.
Pero la respuesta que obtengas, será una buena forma de ver si tu negocio es viable (además, lógicamente, la gente querrá invertir en algo si le ve proyección de futuro).
Por cierto, que llegado el momento de hacer crowdfunding, deberías haber decidido si quieres emprender como empresario individual o crear una sociedad. Las razones las entenderás cuando leas ese post que te he dejado.
Crea un buen plan de negocio
Otro paso indispensable para empezar a aprender es trazarse una hoja de ruta. Esto quiere decir que debes elaborar un documento que contenga una planificación de tu negocio bien estructurada.
Aquí tendrás que plasmar tus primeras metas y tus estrategias para lograrlas. Esto resulta de vital importancia para saber qué vas a necesitar para lograr esos primeros objetivos, y continuar avanzando.
En este aspecto, te recomiendo que seas realista. Márcate unos fines que sean factibles de cumplirse en los primeros tiempos de tu negocio. De lo contrario, es muy posible que solo logres frustrarte innecesariamente.
Define a tu audiencia
Uno de los pasos indispensables a la hora de emprender es definir a tu cliente ideal. Para ello vas a tener que investigar sobre su perfil, sus hábitos de consumo, etc.
Cuanto más conozcas a tus clientes ideales, más fácil te será llegar a ellos, por lo que vas a partir con ventaja. Debes tener en cuenta todos los aspectos que sea posible: rango de edad, sexo, forma de vida, dónde se encuentran, nivel económico, etc.
Desarrolla tu oferta
Llega la hora de empezar a crear ese producto o servicio que vas a ofrecer. Aquí tienes varias opciones. Una de ellas sería crear tu propio producto, si cuentas con las herramientas necesarias y es tu idea. Como es obvio, esto siempre marcará un punto de diferencia en el mercado.
También puedes vender un producto ya existente, pero con un toque personal. Por ejemplo, puedes comercializar con ropa que comprarás en primer lugar (como pueden ser camisetas básicas), y a la que después le darás un diseño propio.
No es estrictamente necesario seguir una de estas ideas, solo son dos propuestas. Si por ejemplo vas a poner una zapatería, perfectamente puedes elegir los artículos de los catálogos de los proveedores y ponerlos a la venta tal cual. Ni un lacito tienes que añadirles.
Busca un nombre comercial para tu negocio
La elección del nombre es más importante de lo que puede parecer, ya que es uno de los primeros datos que van a tener tus clientes sobre tu proyecto; una especie de carta de presentación.
Busca un nombre que sea corto y con «gancho». También es importante que diga algo del tipo de negocio que hay detrás, que contenga una clave para saber de qué se trata.
Lo de que sea corto, tiene sus razones. No creas que te lo digo porque sí:
- En primer lugar, porque los nombres cortos son más fáciles de recordar.
- Y en segundo lugar, porque tu negocio tendrá que tener una página web. Y conviene que la URL sea lo más concisa posible.
Si vas a emprender como empresario unipersonal, simplemente tienes que buscar ese nombre comercial. Pero si vas a hacerlo como una sociedad, déjame explicarte que tu nombre comercial no tiene por qué tener nada que ver con el nombre legal de la empresa.
Me explico: tu sociedad puede tener un nombre a efectos legales, pero tú luego puedes dar a conocer tu negocio con otro completamente distinto. Barra libre en este sentido, ya que no hay limitación alguna.
Trámites legales
No nos engañemos: emprender conlleva un papeleo considerable. Sobre todo si has decidido crear una sociedad, cosa que ya a estas alturas tendrías que tener clara.
Aunque decidieras emprender como empresario individual, tendrías, como mínimo, que:
- Darte de alta en Hacienda, en el Censo de empresarios, profesionales y retenedores y en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Además, tendrán que asignarte un epígrafe, según la actividad que vayas a desarrollar.
- Darte de alta como autónomo en la Seguridad Social, en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).
- Si vas a tener algún empleado desde el principio, también vas a tener que solicitar en la Seguridad Social tu Código de Cuenta de Cotización (CCC) y que dar de alta a tus empleados en el Régimen General (a menos que en función de la actividad, les corresponda otro régimen distinto).
Y ojo, que según cuál sea el caso, puede haber otras muchas gestiones por delante: solicitar un permiso de apertura de un local, dar de alta el negocio en determinados registros, etc.
La buena noticia es que en AYUDA T PYMES podemos ayudarte a crear tu empresa desde cero, para que te despreocupes de todo este tremendo rollo. Y no es ya por barrer para casa, pero te recomiendo que lo hagas, porque bastante jaleo tienes tú ya por delante.
Además, yo en un post puedo resumirte todo lo que tienes que saber para comenzar a emprender. Pero como imaginarás, los detalles son muchísimos, y qué mejor que contar con ayuda profesional para hacerlo todo bien. Que luego me venís con disgustos y me rompéis el corazoncito.
Empieza a promocionar tu negocio
El marketing es una obligación, no una opción, cuando de negocios se trata. Tienes que ofrecer un producto de calidad y diferenciado del de la competencia, pero también debes darlo a conocer.
Esto implica un trabajo que comienza ya desde antes de poner en marcha el negocio de cara el público (de abrir, hablando en términos tradicionales). Es muy importante que crees expectación.
Para ello, no hay duda de que las redes sociales son grandes aliadas. Utilízalas para crear campañas en las que comiences a dar a conocer tu negocio con un cierto toque de «misterio».
Una vez que el negocio esté en funcionamiento, vas a tener que hacer una labor constante de marketing. Incluso los negocios consolidados lo hacen, como ya sabes. Pero como te he dicho, este trabajo empieza ya desde antes.
¡Comienza!
El último de los primeros pasos en el emprendimiento es precisamente empezar: lanzar al mercado ese producto o servicio en el que tanto has trabajado y en el que tienes puesto ahora mismo todo tu enfoque.
Llegado este momento, tienes que seguir «tirando» de las redes sociales para anunciar la gran apertura. Además, puedes seguir estrategias de captación, como hacer descuentos a los primeros clientes.
Y así, en resumen, tiene que ser la cosa para empezar a emprender por primera vez. Recuerda que el camino es largo, pero la recompensa puede ser extraordinaria. Te lo decimos desde un lugar en el que hemos visto muchos, pero que muchos casos de emprendimiento.
Dicho lo cual, ya sabes que GesTron no va a desaprovechar la ocasión para recordarte que aquí, en AYUDA T PYMES, podemos hacernos cargo de la asesoría de tu negocio, a todos los niveles.
Que tú tienes por delante la tareíta heroica de contribuir al crecimiento económico de este nuestro país, que no es poca cosa tal como está el patio.
