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6 Fórmulas para establecer un Contrato de colaboración empresarial

No se puede emprender solo por la vida. Ni caminar, dicen. Bueno, sí se puede, siempre que quieras desaprovechar la oportunidad de unirte a otro emprendedor para conseguir un mayor BENEFICIO, optimizar tu tiempo o el de tus empleados, o cualquier objetivo que no puedas conseguir con tus medios.

Son muchas las ocasiones en las que es mejor dejar una tarea relacionada con tu actividad en manos de otro profesional.

El contrato de colaboración empresarial es el acuerdo que refleja la tentativa de aumentar tus beneficios u optimizar tus recursos con un proyecto común entre emprendedores. Un Win to Win que solo es posible mediante estas colaboraciones.

Fórmulas hay muchas, y como superhéroe que soy, voy a guiarte por todas ellas (no es un superpoder, pero hay que poder). Te prometo que no te irás de aquí sin tener contigo todas las posibilidades de colaboración entre empresas y profesionales.

Al lío que vamos tarde, y el tiempo de un emprendedor vale oro.

¿Qué es el contrato de colaboración empresarial?

El contrato de colaboración empresarial recoge y regula la participación de diversas personas jurídicas en un negocio en común, sin constituir una empresa nueva.

👩‍🏫 Se celebra un contrato de colaboración empresarial cuando varios autónomos o empresas quieren colaborar en un negocio, manteniendo cada uno de ellos su individualidad jurídica y sin constituir una sociedad.

En el contrato de colaboración empresarial se define tanto la duración de la relación entre las partes, como las obligaciones a las que se compromete cada una de ellas.

Este tipo de contrato es necesario, por ejemplo, cuando una empresa necesita los servicios de otra de forma puntual, externalizando parte de su actividad ✅

¿Cómo se regula el contrato de colaboración empresarial?

No existe una regulación general de los contratos de colaboración empresarial.

Como verás a continuación, existen distintos tipos de contratos de colaboración empresarial. Y solo dos de ellos están regulados por la normativa española:

Tipos de contratos de colaboración empresarial existen

En España se celebran sobre todo las siguientes modalidades de contratos de colaboración empresarial:

Contrato de consorcio

Un contrato de consorcio es una asociación entre empresas que colaboran en un negocio que puede ser de ventas, de suministro de servicios o una obra.

Se diferencia de la sociedad comercial en que, en el contrato de consorcio, se define la duración de la colaboración entre las partes y las obligaciones de cada una de ellas.

En el contrato de consorcio, todas las partes se comprometen al cumplimento de sus obligaciones para beneficio de todas ellas 🤝

Contrato de unión temporal

El contrato de unión temporal es muy parecido al contrato de consorcio, ya que en esencia es lo mismo. La diferencia está en que cada parte tiene una responsabilidad limitada.

Esto significa que si bien hay varias partes implicadas en el contrato, solo una de ellas se va a encargar de llevar el negocio adelante y repartir los beneficios obtenidos.

Contrato de agencia

Un contrato de agencia es un contrato de intermediación. Consiste en que una empresa encarga a un agente comercial o a una agencia la promoción de sus productos o servicios.

La empresa que hace de intermediaria se encarga de captar clientes para otra empresa. Lo hace sin asumir riesgo alguno por estas operaciones, salvo que ambas partes pacten lo contrario.

El intermediario no tiene una relación de exclusividad con la empresa, puede trabajar para otras empresas.

Cabe destacar que el contrato de agencia es muy habitual, y de hecho quizás sea el tipo de contrato de colaboración empresarial más común.

Contrato freelance

El contrato freelance establece la relación entre una empresa y un profesional independiente dado de alta en el RETA que se compromete a realizar una serie de trabajos para aquella.

En el contrato freelance debe quedar recogido cómo prestará sus servicios el profesional autónomo: por tareas, por horas trabajadas o por proyecto finalizado.

También debe describir las actividades a realizar, y las condiciones en qué se va a desarrollar el trabajo (en qué lugar, con qué materiales, posibles plazos estipulados…).

Este tipo de contrato es muy necesario hoy en día en empresas que necesitan un servicio del que no se pueden hacer cargo de forma interna, porque no lo requieren de manera definitiva. Por ejemplo, ocurre cuando una empresa contrata a un desarrollador para que cree una serie de páginas web para su negocio.

Para las empresas que cuentan con estos servicios resulta de vital importancia celebrar el contrato freelance. Si la relación entre las partes no queda clara y además se prolonga en el tiempo, este profesional puede denunciar en el futuro haber sido un falso autónomo

Contrato de comisión

A través del contrato de comisión, una empresa llamada comitente le encarga la realización de un negocio o una serie de negocios a otra empresa llamada comisionista.

Una vez que el negocio o negocios se han cerrado, el comitente pagará la comisión acordada al comisionista.

Se puede celebrar un contrato de comisión por un plazo determinado de tiempo, o bien se puede dar por finalizado cuando finalice un proyecto concreto.

El comisionista no tiene una relación de exclusividad con el comitente, por lo que puede prestar sus servicios a otros profesionales o empresas.

De forma general, las obligaciones del comisionista son:

  • Trabajar de forma independiente, con sus propios recursos.
  • Correr con los gastos que genere su actividad.
  • Actuar en representación del comitente cuando realice sus operaciones comerciales.

El comisionista no asumirá los riesgos de las acciones comerciales en las que sea parte.

Ejemplo de contrato de colaboración empresarial

No hay un ejemplo de contrato de colaboración empresarial que sea válido en todos los casos. Cada contrato recogerá todos los términos del acuerdo al que lleguen las partes.

Sin embargo, te propongo el siguiente ejemplo de contrato de colaboración empresarial en la Universidad de Murcia, en el que puedes inspirarte para redactar un contrato de este tipo, siguiendo la estructura de este escrito y adaptándolo a las características de tu acuerdo.

Aunque el modelo anterior te puede servir de ayuda, siempre es mejor contar con un servicio profesional y experto a la hora de redactar cualquier tipo de contrato.

En AYUDA T PYMES definimos a nuestro equipo legal como “equipazo”, ya que son miles de clientes los que ya cuentan con sus conocimientos. Cuenta con ellos si quieres experiencia y RIESGOS CERO con ese acuerdo de colaboración empresarial que traes entre manos.

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