Sí, puedes cambiar de gestoría o asesoría en mitad del año fiscal. No tienes por qué mantener al mismo asesor durante todo el año, ya puedes respirar tranquilo 😜
Aunque no sea el momento ideal para hacerlo, no hay restricciones legales que lo impidan.
Eso sí, debes tener en cuenta algunos aspectos clave para hacer ese cambio de gestoría de forma adecuada.
¿Puedo cambiar de asesoría en cualquier momento?
Cambiar, puedes cambiar de asesoría cuando quieras. No importa el momento del año, incluso si quieres hacerlo a mitad del trimestre fiscal o del ejercicio económico.
Desde la parte legal no existe ninguna obligación de seguir con la misma asesoría o gestoría durante un periodo de tiempo determinado. Pero ojo, porque hay momentos más recomendables que otros para hacerlo, sobre todo para facilitar todo el proceso.
¿Cuándo es el mejor momento para cambiar?
Hay varios momentos a lo largo del año o del ejercicio fiscal que hacen que el proceso del cambio de asesoría sea mucho más fácil.
Estos son los mejores momentos para hacer tu cambio:
- Al acabar un trimestre fiscal. Es el momento perfecto, ya que los modelos de IVA, IRPF y demás están presentados. El nuevo asesor podrá comenzar de cero, sin tener que rehacer nada.
- Antes de cierre del ejercicio. Es decir, en diciembre. Hacerlo en este momento permite que la nueva asesoría que vaya a encargarse de tus trámites pueda prepararse para hacer el cierre contable y presentar los resúmenes anuales sin errores.
- Al inicio del año fiscal. Es decir, en enero. Así tu nueva asesoría puede comenzar desde el principio y sin tener que revisar todos los trámites anteriores.
- Tras detectar errores o falta de atención. Si tu asesoría te está haciendo ghosting y se porta peor que tu ex, es el momento que pases de página independientemente del momento del ejercicio en el que te encuentres.
- Cuando cambias de forma jurídica o actividad. Al pasar de autónomo a sociedad o abrir un nuevo negocio, por ejemplo.
Con el momento elegido, lo más importante es que tengas toda la documentación recopilada y comuniques el cambio con tiempo suficiente que eviten errores en los modelos fiscales y faciliten la transición entre la antigua asesoría y la nueva.
¿Qué documentación necesito para cambiar de asesor?
No te vayas a asustar con la cantidad de documentos que vas a tener que solicitar a tu antigua gestoría, porque todo (o casi todo) puedes encontrarlo de forma digital.
Aunque, al tratarse de información sensible y privada, debas solicitar la documentación por ti mismo; también puedes pedirle a tu nueva asesoría que lo haga por ti. Hay algunas asesorías que no tienen inconvenientes en hacerlo, por ejemplo Ayuda T Pymes 🙄
Te aconsejo que comentes tu caso con la nueva asesoría y ellos se encarguen de evaluar qué documentación es necesaria para realizar el cambio, ya que puede variar dependiendo del momento del año en el que te encuentres.
En resumidas cuentas, para cambiar de asesoría vas a necesitar lo siguiente:
- Copia del modelo 036 del alta en Hacienda.
- Certificado de situación censal. Lo puedes descargar directamente desde la sede de la AEAT.
- DNI/NIE o escrituras de constitución de tu sociedad.
- Alta en el RETA o documento del alta tanto de la empresa como de los trabajadores en la Seguridad Social.
- Justificantes de las últimas cuotas pagadas.
- Copia del contrato, nóminas y documentos de cotización. Esto solo si tienes empleados.
- Modelo de IVA (303), IRPF (130/131), pagos fraccionados, retenciones (111/115), modelos anuales (390, 347, 349…).
- Modelo del Impuesto de Sociedades (200), cuentas anuales del último ejercicio, libros contables y balances. En el caso de que tengas una sociedad.
- Acceso al programa de facturación o archivo con las facturas emitidas y recibidas.
- Libros de registro de IVA.
- Extractos bancarios y movimientos de caja.
- Cuadro de amortizaciones. Solo si tienes inmovilizado.
- Datos de contacto y autorizaciones. Esto incluye:
- Tus datos personales o los de tu empresa.
- Autorización para presentar impuestos.
- Certificado digital o acceso a sistema Cl@ve o RED.
¿Tienes que avisar a tu antigua asesoría?
Sí, aunque no estás obligado por ley. No tienes por qué justificar el cambio, pero es lo correcto. Te aconsejo que lo hagas por escrito.
Y si lo que te preocupa es pedirle la documentación, tranqui. Solo tienes que pedirlo por favor 😉
Haz tu solicitud por email para que quede por escrito y especifica bien en tu mensaje cuál es la documentación que necesitas para hacer el cambio.
Mi consejo es que les des un plazo de unos 5 a 10 días hábiles para evitar problemas con los siguientes trámites que toquen hacer.
Y mucho ojo, porque no pueden cobrarte por darte la documentación, a no ser que tengas servicios pendientes por abonar.
¿Puede la antigua gestoría negarse a darme los modelos presentados o mi contabilidad?
Tu antigua asesoría está obligada a entregarte toda la documentación que tengan. Pídesela por escrito e indicando un plazo razonable para hacerlo.
Si se niegan, puedes reclamarlo por vía formal 🙌
¿Cómo cambiar de gestoría en medio de un ejercicio fiscal?
Si ya estás harto de tu actual asesoría y quieres es cambiarte cuánto antes aunque estés en medio del ejercicio fiscal, voy a dejarte un paso a paso de cómo cambiar de asesoría.
1. Revisa tu contrato
Antes de pedir el cambio, échale un vistazo al contrato o al acuerdo que tengas con la asesoría en la que estás ahora.
A veces, los contratos incluyen plazos de preaviso o condiciones para acabar con la relación laboral.
En caso que no tengas contrato puedes cambiar de asesoría en cualquier momento. Pero recuerda…¡Déjalo por escrito! 🖋️
2. ¿Cuál será tu nueva asesoría?
No extingas la relación con tu asesoría, hasta que no tengas una nueva preparada que sea de confianza y con la que hayas llegado a un acuerdo.
Así, el traspaso de información será más fluido y evitarás quedarte colgado.
3. Solicita la documentación necesaria
Antes te expliqué toda la documentación que necesitarás para cambiar de asesoría. Pero habla con tu nueva asesoría para que evalúe y detalle cuál es la que realmente necesitas.
Lo natural es que tengas que aportar la misma documentación que si cambias de asesoría a principio de año junto con los modelos trimestrales que ya hayan sido presentado y todos los ingresos más gastos deducibles que hayan sido declarados en los trimestres.
4. Haz el traspaso con tu nueva asesoría
Una vez teniendo toda tu documentación, mi consejo es que verifiques que todo está en orden para que la nueva asesoría pueda continuar con las obligaciones fiscales, laborales y contables desde el punto en el que se quedó.
¿Y quién se encarga de los trámites pendientes al cambiar de gestoría? Tranquilo, tu nueva asesoría tendrá que detectar si existen errores anteriores y, por supuesto, ayudarte a solucionarlos.
5. Comunica el cambio si hay representación legal
Si era tu asesoría la que actuaba en tu nombre ante las administraciones públicas, tendrás que revocar esa representación y otorgársela a la nueva.
No te preocupes, porque este paso es muy fácil. Se hace así:
- Entra en la Sede Electrónica de la AEAT.
- Accede con tu certificado digital, Cl@ve o DNIe.
- Ve a la sección «Apoderamientos».
- Selecciona el tipo de revocación. Tienes dos opciones:
- Revocar todos los poderes de un apoderado concreto.
- Revocar un poder específico (por ejemplo, para presentar el modelo 303).
- Introduce los datos del apoderado (tu antigua asesoría).
- Firma y presenta la revocación.
Una vez con los poderes retirados, tendrás que seguir estos pasos para otorgárselos a tu nueva asesoría:
- Vuelve a la sección de “Apoderamientos” y elige «Alta de apoderamientos».
- Introduce el NIF de tu nueva asesoría.
- Selecciona los trámites para los que les das poder.
- Firma y presenta el alta.
Listo, ya tienes el cambio hecho 😎
Cambiar de gestoría en mitad del año fiscal no solo es posible, sino que en muchos casos es lo más recomendable. Sobre todo si sientes que tu asesoría no te está dando el servicio o la atención que necesitas.
Mi consejo es que lo hagas con orden. Teniendo los pasos claros y una nueva asesoría como Ayuda t Pymes que sepa lo que hace, el cambio puede ser más sencillo de lo que puedes pensar.