Montar un gimnasio no es solo poner cuatro máquinas, una colchoneta y colgar un cartel de “Abierto”. Si quieres que la cosa funcione vas a necesitar un plan. Uno bueno.
Sea cual sea el gimnasio que tienes en mente, te voy a explicar cómo montar un gimnasio paso a paso y en menos que canta un gallo vas a tener a tus primero clientes sudando la camiseta.
Así que ponte cómodo (o calienta, lo que prefieras), que empezamos 💪
¿Es rentable montar un gimnasio?
Sí, montar un gimnasio es rentable siempre que no vayas a lo loco. Esto no es una clase de abdominales de 30 minutos: es un proyecto serio que requiere inversión, cabeza y constancia.
Te lo voy a decir cuanto antes, la inversión para montar un gimnasio puede picar. Dependerá bastante del tipo de gimnasio que quieras abrir. No cuesta lo mismo montar un centro de CrossFit que un gym boutique o un gimnasio de barrio con máquinas básicas.
La rentabilidad depende de lo siguiente:
- Ubicación: No es lo mismo un gym escondido en un polígono que uno bien situado en zona residencial o junto a oficinas. La visibilidad y el acceso son oro.
- Modelo de negocio: Un gimnasio low cost atraerá volumen, pero con márgenes más ajustados. Uno boutique puede permitirse tarifas más altas, pero necesita cuidar cada detalle para justificar el precio.
- Gestión y atención al cliente: Si no cuidas la experiencia de los socios, no vuelven ni aunque regales batidos de proteína. Un gym bien gestionado fideliza y crece.
- Marketing: Si no te conocen, no entrenan. Sin estrategia de captación, tu gimnasio estará vacío…
Además, al montar a un gimnasio no vas a vivir solo de las suscripciones de la gente que va a hacer pesas; sino de todos aquellos que pagan su suscripción pero pasan las semanas y no van. Tienes que apretar en la estrategia de captación, no solo para que la gente vaya a tu gimnasio, sino para que se apunten.
Aquí entra un factor psicológico determinante. Llega el 1 de enero y te apuntas al gimnasio, pospones el ir, y cuando llega el 1 de enero del siguiente año, te das cuenta que has estado pagando la tarifa un año entero sin haber pisado el gimnaso, ¿a quién no le ha pasado algunas vez?
Además, un gimnasio no vende solo clases de spinning, es el lugar perfecto para vender suplementos deportivos. Así, tus clientes podrán completar sus rutinas y no tendrán que irse a una tienda lejos de casa; mientras, te ganas un dinerillo extra.
Escoger el modelo de negocio al montar un gimnasio
Antes de ponerte a comprar pesas a lo loco o firmar contratos de alquiler, toca lo más importante: decidir qué tipo de gimnasio vas a montar.
No todos los gyms son iguales, y lo ideal es elegir el que mejor se adapta a tu inversión, tu perfil y al público que quieres atraer. Aquí van los modelos más comunes:
- Gimnasio tradicional. El modelo clásico: local amplio, con sala de pesas, cardio y clases dirigidas. Requiere inversión potente, pero es el formato más completo.
- Gimnasio boutique. Pequeño, especializado y con mucho rollo. Puede ser solo de yoga, pilates, crossfit, etc. Ideal para ofrecer una experiencia muy personalizada.
- Gimnasio low cost. Cuotas irresistibles, horarios amplios y lo justo para entrenar. Si vas a por volumen, este modelo puede darte buenos beneficios.
- Gimnasio premium. Si quieres montar el gym más top de la zona, con spa, estética y entrenadores personales, este es tu sitio. Menos clientes, pero más rentabilidad por cabeza.
- Gimnasio online. Lo gestionas desde casa y vendes entrenamientos virtuales. Necesitas visibilidad online, pero la inversión es mínima y puedes escalar rápido.
- Gimnasio al aire libre o móvil. Entrenamientos en parques, a domicilio o con una furgoneta adaptada. Ideal si quieres empezar sin alquilar un local.
- Franquicia de gimnasio. Montas un gym bajo una marca conocida. Tendrás que ajustarte a sus normas, pero ya vienen con clientela, marketing y procesos listos para funcionar.
Esto son solo unos pocos, hay gimnasios solo para mujeres, enfocados a ejercicios en grupo, de rehabilitación y demás.
Cada modelo tiene lo suyo. Lo importante es encontrar el que encaje con tu presupuesto, tu estilo de vida y el tipo de clientes que quieres atraer 💪
¿Cuánto cuesta abrir un gimnasio en España?
Es difícil dar un presupuesto general, ya que como has visto, hay muchísimos tipos de gimnasio y cada uno cuenta con unos recursos y una inversión diferente.
Para que te hagas una idea vamos a elegir tres de modelos más populares:
Cuánto cuesta abrir un gimnasio tradicional
Si te has imaginado un gimnasio al uso, con su sala de musculación, zona de cardio, vestuarios y clases dirigidas… que sepas que montar algo así no es barato, pero tampoco inalcanzable si te organizas bien.
El presupuesto dependerá del tamaño del local, la ubicación y el nivel de equipamiento que quieras ofrecer. Para que te hagas una idea, el coste puede rondar entre 60.000 € y 150.000 € en una primera fase.
Esto incluye desde las reformas del local hasta la maquinaria, licencias y marketing para darte a conocer en el barrio.
Aquí va un ejemplo de presupuesto estimado para montar un gimnasio tradicional de tamaño medio:

En total la inversión sería de entre 51.000€ a 114.000€ sin contar con gastos de marketing de lanzamiento o un fondo para imprevistos.
Cuánto cuesta montar un gimnasio low cost
Si lo que te interesa es empezar con un perfil bajo y ver dónde te lleva el viento siento decirte que eso de «low cost» es más para los clientes que para ti 🙄
Poner ubicación y ejemplo.
Este modelo se basa en volumen: precios bajos, muchas altas y pocos extras. Para eso necesitas una instalación funcional, equipos básicos pero resistentes, y automatización a tope.
Vamos con una estimación orientativa de inversión inicial:

Como ves, montar un gimnasio low cost es más que posible siempre que controles bien los márgenes y optimices procesos.
Cuánto cuesta abrir una franquicia de gimnasio
Para reducir riesgos y empezar con una marca consolidada en el mercado, abrir un gimnasio franquiciado puede ser tu mejor opción. Eso sí, tendrás que pagar por el respaldo.
La inversión total dependerá de la franquicia que elijas, pero para que te hagas una idea, el coste suele moverse entre los 80.000 y 200.000 euros, dependiendo del tamaño del local, equipamiento y ciudad.
Ten en cuenta que cuando optas por una franquicia recibes un «pack» con un todo incluido (diseño, software, marketing, formación…).
A cambio, tendrás que pagar por los derechos de entrada y los royalties mensuales 🤔
Aquí te dejo una tabla con una estimación aproximada para que veas cómo se reparte la inversión:

Decidas lo que decidas montar un gimnasio no sale gratis y cada modelo tiene sus pros y sus contras. Por lo que tendrás que elegir la opción que mejor se adapte a tu estilo y tu bolsillo.
¿Qué se necesita para montar un gimnasio?
Por muchas ganas que tengas y muchas pesas que tengas, para montar un gimnasio en España necesitas cumplir con una serie de requisitos.
Requisitos legales
- Elige tu forma jurídica. Puedes operar como autónomo si vas a empezar a lo pequeño y sin empleados, o montar una Sociedad Limitada (SL) si planeas algo más grande o con varios socios. Esto influirá en tus responsabilidades fiscales y en la imagen del negocio.
- Licencia de apertura y actividad. Toca ir al ayuntamiento. Tu local tiene que estar habilitado para uso deportivo y cumplir con las normas de la zona. Sin esta licencia, olvídate de abrir las puertas.
- Permisos de obras. ¿Hay que hacer reformas? Pues antes de entrar con el martillo, pasa por Urbanismo a pedir permiso de obra. Mejor eso que una multa sorpresa.
- Registro como centro deportivo. En algunas comunidades autónomas tendrás que darte de alta como empresa de servicios deportivos. Consulta con tu CCAA para no saltarte esta parte sin querer.
Requisitos del local
- Accesibilidad. Tu gimnasio debe ser accesible para todos. Eso incluye rampas, baños adaptados y puertas que no parezcan un circuito ninja.
- Seguridad. Extintores, salidas de emergencia señalizadas, instalación eléctrica en regla… Todo lo que necesitas para no salir en las noticias por los motivos equivocados.
- Insonorización y ventilación. Tus vecinos no quieren escuchar cada golpe de pesa, y tus clientes quieren respirar algo más que sudor. Así que insonorización y buena ventilación son obligatorias.
- Duchas y vestuarios. Son obligatorios siempre que se trate de un centro deportivo con afluencia constante de personas, si la actividad principal requiere un esfuerzo físico intenso y cuando el servicio se ofrece de forma presencial y continuada.
- Te podrás librar de esto cuando el gimnasio sea muy pequeño, tipo boutique, entrenamiento personalizado o estudio de yoga/ pilates, cuando sea un actividad puntual o privada, o si tienes un acuerdo con otro local o centro que ya tenga esas instalaciones.
- Climatización. No siempre es obligatoria por ley, pero sí muy recomendable y en muchos casos se exige de forma directa, sobre todo si el local no cuenta con ventilación natural suficiente o si está ubicado en zonas con climas extremos.
¿Con trabajadores o sin trabajadores?
Si tienes pensado ofrecer entrenamientos personales o clases dirigidas, más te vale contar con profesionales cualificados. Hablamos de:
- Graduados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte
- Técnicos deportivos
- O personas con certificaciones profesionales oficiales
👉 Y ojo, que en algunas comunidades es obligatorio tener esas titulaciones para poder entrenar. Nada de improvisar con tutoriales de YouTube.
Pasos para montar un gimnasio
Ya tienes claro que montar un gimnasio puede ser rentable, ahora toca darle caña a los cimientos de tu negocio para que no se te caiga antes de empezar.
Para llegar a tu meta este es el paso a paso que deberás seguir:
1. Investigación y análisis de mercado
Antes de alquilar un local, comprar máquinas o elegir el color de las paredes, hay una pregunta clave que necesitas responder: ¿hay sitio para tu gimnasio en esta zona?
Hacer un buen estudio de mercado es el primer paso para no acabar sudando por las razones equivocadas. Sigue estos pasos:
- Analizar la demanda real. ¿Hay muchas personas jóvenes o activas en la zona? ¿Es un barrio residencial con gente que busca entrenar cerca de casa o una zona de oficinas donde podrían ir a mediodía? Observa qué tipo de público predomina y qué necesidades tiene.
- Espía a la competencia. Visita los gimnasios cercanos, fíjate en sus precios, servicios, horarios, instalaciones y sobre todo en lo que les falta. Todo eso son pistas para diferenciarte.
- Habla con los futuros clientes. Pregunta en la zona, lanza encuestas rápidas en redes sociales o a pie de calle. Así sabrás qué buscan y si están dispuestos a pagar por ello.
- Evalúa la ubicación. Un gimnasio necesita visibilidad, buena accesibilidad y facilidad de aparcamiento o transporte público. No vale cualquier sitio: que sea barato no significa que sea rentable.
Este estudio no solo te dirá si tu idea es viable, sino también cómo afinarla para que tu proyecto tenga sentido.
2. Elección del modelo de negocio
Después de haber hecho el estudio de mercado tienes que decidir qué tipo de gimnasio quieres abrir.
Esta decisión marcará tu inversión inicial, el público al que te diriges y cómo vas a gestionar tu negocio día a día.
Puedes ir a lo tradicional, pero necesitarás un buen local, bastante equipo y una inversión importante. Si quieres algo más ajustado y con menos gastos, el gimnasio low cost es para ti.
Como has visto hay muchas clases de gimnasios, no te quedes en lo básico, reinventa, sé original. No existe un modelo ganador, lo importante es que elijas el que mejor encaja contigo, con tu presupuesto y con lo que tu zona necesita.
3. Plan de financiación
Ya tienes el modelo de negocio escogido, ahora necesitas un plan de financiación bien pensado. Te voy a resumir los pasos que deberías seguir:
- Haz un presupuesto inicial. Calcula cuánto necesitas para arrancar, incluye el alquiler o la compra del local, la reforma, maquinaria, licencias, software, personal, todo.
- Recursos propios. ¿Tienes ahorros o puedes contar con algún socio inversor? Cuánto más pongas de tu bolsillo, menos deudas. Tu decides.
- Busca financiación extra. Puedes optar por préstamos bancarios, ayudas públicas, leasing o renting y demás.
- Calcula el punto de equilibrio. Es decir, cuándo tu gimnasio empieza a cubrir costes y generar beneficio. Esto te dirá cuánto puedes arriesgar, cuándo recuperarás tu inversión, etc.
El plan de financiación es tu hoja de ruta que te dice cómo empezar tu proyecto sin arruinarte, cómo avanzar sin agobios y cómo crecer sin perder el control.
4. Elige dónde montar tu gimnasio
La ubicación es una de las decisiones más estratégicas que vas a tomar. Cuando tengas claro tu público objetivo te será más fácil elegir una zona.
Una vez lo tengas claro, apunta estos criterios:
- Zona con alta densidad de población o tránsito: cuanto más movimiento haya, más posibilidades de captar clientes.
- Accesibilidad y aparcamiento: si llegar es una odisea o no hay dónde dejar el coche o la bici, estás perdido. También importa la conexión en transporte público.
- Competencia cercana: no se trata de huir de otros gimnasios, sino de ver si puedes diferenciarte. ¿El de al lado es caro y elitista? Lanza uno low cost. ¿Nadie ofrece entrenamiento funcional? Ahí tienes tu hueco.
- Tamaño y distribución del local: ojo con esto. Necesitas espacio para máquinas, zona de peso libre, clases dirigidas, vestuarios, recepción…
- Visibilidad del local: si estás en un bajo a pie de calle con escaparate, juegas con ventaja. Si el local está en un sótano sin cartel ni paso, nadie sabrá que existes.
- Coste del alquiler o compra: un buen sitio no tiene que ser el más caro. Busca el equilibrio entre ubicación y rentabilidad. Pagar más de la cuenta cada mes te puede estrangular.
Si tienes dudas, habla con vecinos y comerciantes. Te darán pistas reales sobre cómo se mueve el barrio y si hay hueco para lo que tú quieres ofrecer.
5. Date de alta y gestiona las licencias
Ahora tendrás que elegir si vas a darte de alta como autónomo o montar una SL. Aunque este no va a ser el único trámite legal que te espera 🙄
Estos son los permisos y licencias imprescindibles para abrir tu gimnasio:
- Licencia de actividad y apertura. Es el permiso que te da el ayuntamiento para ejercer tu actividad. Ojo con esto, porque al tratarse de un negocio que puede generar ruido, requiere inspecciones técnicas y ciertos requisitos de seguridad.
- Proyecto técnico. Necesitas un arquitecto o ingeniero que elabore un proyecto para detallar cómo va a funcionar el gimnasio: distribución del espacio, accesos, medidas de seguridad…
- Licencia de obras (si haces reformas). Si el local que tengas necesitas una obra, primero necesitarás una autorización del ayuntamiento para realizarlas.
- Seguro de responsabilidad civil. Imprescindible para cubrir posibles daños a clientes o terceros dentro de tus instalaciones. Imagina que alguien se resbala o se lesiona usando una máquina.
- Licencia sanitaria (en algunos casos): Si vas a ofrecer servicios de fisioterapia, nutrición o tratamientos corporales, necesitarás licencias sanitarias adicionales. Consulta con tu comunidad autónomo, ya que puede variar según la actividad.
- Accesibilidad y prevención de riesgos. Todo el gimnasio debe ser accesible para personas con movilidad reducida. También deberás cumplir con la normativa de prevención de riesgos laborales si vas a tener personal contratado.
6. Maquinaria, mantenimiento y personal
Vale, ya tienes el local, las licencias y todo en orden. Ahora toca llenarlo con máquinas y equipo humano (si entra en tu modelo de negocio).
En cuanto a maquinaria, ten en cuenta el tipo de gimnasio que vas a montar, según lo que elijas cambia desde el número de cintas de correr hasta si necesitas o no una jaula para sentadillas.
Lo básico suele incluir cardio (cintas, bicis, elípticas), musculación (máquinas guiadas, pesos libres, poleas), y, por supuesto, un suelo técnico decente y algún espejo que otro.
Y si no quieres hacer una gran inversión inicial, valora el renting: te quitas mantenimiento y empiezas con máquinas top sin soltar tanto dinero.
Pero ojo, no basta con llenar el local de hierro y plástico. Las máquinas hay que cuidarlas. Un buen plan de mantenimiento te ahorra disgustos y quejas de clientes cuando algo se rompe (porque se romperá, tarde o temprano).
Y por último, el personal. Esto también va a depender del tipo de gimnasio que hayas elegido montar. Como mínimo, necesitas alguien en recepción que controle el cotarro y luego entrenadores que cuenten con formación.
8. Marketing de lanzamiento
El último paso es dar a conocer tu gimnasio y para eso tener que poner en marcha un buen plan de lanzamiento que lo haga visible, deseable y compartible.
Estas son algunas estrategias que puedes seguir para poner tu gimnasio en boca de todos o para inspirarte a crear la tuya propia:
- Apertura con gancho. Haz que la gente sepa que algo grande se viene: carteles de “Próxima apertura”, cuenta atrás en redes, una web con formulario para apuntarse a sorteos o descuentos exclusivos.
- Promoción de apertura. Lanza ofertas que no se puedan rechazar: matrícula gratis, descuento en la primera cuota o un bono 2×1 si vienen con un amigo.
- Redes sociales potentes. No seas otro perfil con fotos de mancuernas. Muestra personas reales, retos, entrenadores en acción y contenido útil. Interactúa, crea comunidad y aprovecha Instagram y TikTok con autenticidad.
- Colaboraciones con negocios locales. Aliarte con tiendas de suplementos deportivos, cafeterías saludables o tiendas de ropa fitness es clave. Podéis crear packs conjuntos, descuentos cruzados o eventos colaborativos. Te posicionas como parte activa del barrio.
- Clases o eventos gratuitos al aire libre. Haz ruido fuera del gimnasio con una clase gratuita en un parque. Te ven, te prueban y puede que muchos se queden. Ideal para dar imagen activa, accesible y cercana.
- Participaciones económicas. Si tienes locales vacíos cerca, puedes participar en sociedades que complementen tu gimnasio y atraiga al público que necesitas. Por ejemplo, si tienes un gimnasio boutique, puedes montar con un socio una cafetería cercana para cruzar la clientela.
- Influencers y microinfluencers locales. No hace falta pagar fortunas. Colabora con perfiles deportivos del barrio que tengan buena conexión con su comunidad. Entrenan en tu gym, hacen sorteos o lo recomiendan. Visibilidad real y cercana.
Abrir un gimnasio rentable no es solo cuestión de tener buen material y ganas de levantar el mundo. Hay licencias, trámites, inversiones, decisiones clave y una gestión que, si no la llevas bien, te puede hacer sudar más que una clase de HIIT a las 7 de la mañana.
En Ayuda T Pymes se encargarán de que no pierdas ni tiempo ni pasta con papeleos, gestiones fiscales o líos con Hacienda. Sus asesores expertos ayudarán desde el alta como autónomo hasta montar tu SL, preparar tu plan de negocio, llevar tu contabilidad o conseguir licencias sin que te explote la cabeza.