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Guía sobre el Fraude Fiscal en España ¿Has pagado lo tuyo?

«En esta vida solo hay dos cosas seguras, una es la muerte y la otra son los impuestos». No ha cambiado mucho el tema desde que Daniel Defoe pronunciara esta lapidaria frase allá por 1726 ☔︎. A nadie le gusta pagar impuestos, es una verdad absoluta en todo el mundo, pero cuando no hay más, contigo Tomás.

«Hacienda somos todos», decía un eslogan publicitario encargado por el Ministro de Hacienda en el 78, hace ya más años que la Tana, ¿en verdad todos somos iguales ante Hacienda o unos son más iguales que otros? Hablar de estos temas tiene mucho e-mérito 🥸

Vamos al lío y echemos una visual al panorama patrio del fraude fiscal en España para descubrir si son todos los que están o si están todos los que son (defraudadores, me refiero) o como se diga. Despegando 🚀

Definición de fraude fiscal en España

El fraude fiscal es un delito especial, porque solo lo puede cometer quien está obligado por la norma tributaria que consiste en no pagar a la Administración (Ayuntamiento, Diputación, etc.) las obligaciones tributarias o impuestos correspondientes a rentas o enriquecimiento obtenido en un periodo determinado por parte de una persona física (particular) o una persona jurídica (empresa).

Puede hacerse de muchas formas como por ejemplo,

  • Evasión de impuestos: consiste en ocultar los ingresos de dinero en el propio país o en otro, normalmente denominado «paraíso fiscal». También puede darse por no declarar el aumento del patrimonio.
  • Economía invisible: consiste en realizar actividades económicas fuera del «circuito fiscal» controlado por Hacienda.
  • Aplicar deducciones falsas, presentar facturas falsas… a la hora de realizar la correspondiente declaración.

¿Qué se considera fraude fiscal en España?

Aunque se pueda pensar que el fraude fiscal implica a grandes emprendedores, deportistas y empresas, lo cierto es que es más común de lo que se cree y existe en nuestro día a día.

Por ello, vamos a repasar los casos de fraude fiscal más comunes para un autónomo o pyme en España, porque es posible que estés incurriendo sin querer en alguno de ellos.

Algunos ejemplos son:

  • Deducir gastos personales como si fueran de empresa o autónomo.
  • Deducir el 100 % del valor del coche no relacionado con la actividad empresarial o multas de tráfico.
  • Desgravar dietas de viaje en periodo de vacaciones.
  • Deducir gastos de gasolina y supermercado como si fueran de la empresa.
  • Desgravar la hipoteca de una vivienda que no es la vivienda habitual.
  • Deducir un alquiler sin ser el titular del contrato o no declarar los ingresos de un alquiler.
  • Cometer errores en la declaración de la renta; aunque sean involuntarios, Hacienda puede interpretarlo como fraude fiscal.
  • Crear sociedades fraudulentas.

Como ves, incluso por simple desconocimiento, es fácil incurrir en fraude fiscal y tener problemas con Hacienda. Por ello, ante la duda, es mejor que estés bien informado antes de hacer nada y consultes con nuestro superequipo.

Características del fraude fiscal

Para poder hablar de fraude fiscal en España, la cantidad defraudada tiene que superar los 120.000 euros. Conlleva una pena de prisión de uno a cinco años y además el pago de una multa que puede llegar a multiplicar por seis la cantidad de dinero defraudada. La única forma posible de evitar esta pena es reconociendo la deuda ante la Administración Tributaria y pagando lo debido siempre que no se hayan iniciado las investigaciones.

Si el fraude fiscal se comete contra la Hacienda de la Unión Europea, el límite baja a los 5.000 euros.

No hay que pensar que el fraude fiscal que se encuentra por debajo de estas cantidades queda impune. Tendrá penalizaciones por vía administrativa pero no penal.

Además, existen casos concretos en los que las penas pueden ser mayores, por ejemplo, si la cuantía supera los 600.000 euros y el fraude ha sido cometido dentro de una organización criminal o si se han utilizado paraísos fiscales, personas interpuestas o sociedades pantalla para ocultar los hechos.

Que organismo persigue el fraude fiscal en España

La Agencia Estatal de Administración Tributaria, organismo del Estado dependiente del Ministerio de Hacienda es quien gestiona el sistema tributario estatal y aduanero. Su objetivo es el cumplimiento de las obligaciones tributarias mediante dos líneas de actuación:

  • Informar y ayudar a los contribuyentes a cumplir sus obligaciones tributarias
  • Detectar y corregir aquellas actuaciones que no se ajustan a lo que establecen las leyes tributarias.

En la Agencia Tributaria prestan sus servicios más de 27.000 personas que hacen posible la aplicación efectiva de los tributos establecidos por las leyes.

El fraude fiscal en España puede ser denunciado por cualquier ciudadano de forma anónima en la página web de la Agencia Tributaria 👩‍🏫.

Basta con rellenar el modelo de denuncia disponible en la web. Si se prefiere, puede ser presentada en persona en cualquier oficina de la Agencia Tributaria.

Nuevas medidas contra el fraude fiscal para autónomos

El sábado 10 de julio se publicó en el BOE la nueva Ley 11/2021, de 9 de julio, de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal que incluye varias medidas que afectan a los autónomos y que ya están en vigor.

Entre los principales cambios fiscales que afectan al colectivo de los autónomos están la limitación de los pagos en efectivo entre profesionales de 2.500 a 1.000 euros para evitar comportamientos defraudatorios, la rebaja de los recargos por presentar fuera de plazo las declaraciones de impuestos, o la reducción de la cuantía de las sanciones por pronto pago. 

El nuevo límite de 1.000 euros para los pagos en efectivo entre profesionales está en vigor desde el día 11 de julio, y aquellos autónomos que no lo cumplan ya se enfrentan a sanciones de un 25% sobre la base de la cuantía pagada en efectivo en las operaciones con otros empresarios 📣

Esto podría repercutir, por ejemplo, en sectores como la hostelería, la construcción o el comercio que se verán obligados desde ahora a pagar prácticamente todas sus transacciones mediante transferencias bancarias.

En cuanto a la rebaja de los recargos por presentar fuera de plazo las declaraciones de impuestos y el aumento de las reducciones por pronto pago, los autónomos no solo se podrán beneficiar ya de estas rebajas en las penalizaciones y multas, sino que además podrán aplicar en algunos casos los nuevos porcentajes previstos por la Ley de forma retroactiva.

Por último, la Ley también recoge la prohibición del «software de doble uso» que facilita en algunos negocios la ocultación de los ingresos reales, y castigará tanto la comercialización como la mera tenencia de estos programas informáticos en los comercios. Esta prohibición entrará en vigor dentro de tres meses, ya que todavía se tienen que desarrollar los certificados y mecanismos de comprobación que permitan sancionar a los negocios que incumplan esta medida.

Consecuencias del fraude fiscal

El fraude fiscal reduce la capacidad de las Instituciones para ofrecer los servicios públicos esenciales (educativos, servicios sociales, sanitarios, becas, vivienda de protección oficial, etc.) En resumen, el fraude fiscal tiene un impacto negativo sobre toda la población en general y, en particular, sobre la población con menos recursos económicos.

Diferencia entre fraude y delito fiscal

El fraude fiscal se convierte en delito fiscal cuando:

  • La cantidad defraudada es superior a 120.000 € y se aprecia dolo con intención de ocultación. Por debajo de esa cuantía, estamos ante una infracción fiscal administrativa (sancionada por la Administración, no por el Juzgado de lo penal).
  • El delito fiscal se castiga con penas de cárcel que van de uno a cinco años, y, además, conllevan una multa que puede ser de hasta 6 veces el valor del fraude cometido.

Las infracciones administrativas de carácter leve conllevan multas del 50% de la cuota defraudada, del 50% al 100% si hay ocultación y del 100% al 150% en casos muy graves. Si se llega a un acuerdo entre el contribuyente y Hacienda antes del fallo, la multa se rebaja al 25% de la cuota defraudada.

El plazo de prescripción para poder «pillar» a los grandes defraudadores es solo de 4 años y el límite para los grandes fraudes, o sea los de más de 600.000 € es de 5 años. Estos plazos tan cortos sumados a las argucias legales que utilizan los bufetes que asesoran a estos grandes defraudadores para dilatar o incluso anular las penas, hace que sea fácil para ellos irse «de rositas».

El límite para pasar de fraude a delito fiscal está en 120.000 euros y en el ánimo defraudatorio. Si lo supera, el fraude administrativo se convierte en delito fiscal tipificado con pena de cárcel.

Según el artículo 305 del Código Penal el defraudador será castigado con pena de prisión de uno a cinco años y multa de hasta seis veces la cuantía defraudada, salvo que hubiera regularizado su situación tributaria.

Las cifras del fraude fiscal en España

Te estarás preguntando a estas alturas de la película ¿Y cuánto se defrauda en España en un año?

Según los informes que se manejan y solo respecto a la Declaración de Renta (IRPF) 20.000 millones de euros. Si le sumamos el fraude en IVA y en el Impuesto de Sociedades, el fraude fiscal aumenta hasta el 3,5%-4% sobre el PIB, o lo que es lo mismo, 40.000 millones de euros. Es decir, se acabaría con el déficit público ¡Agüita!

¿Cuál es el principal origen de este fraude?, casualmente los rendimientos del capital mobiliario (intereses y dividendos) de contribuyentes con grandes capitales en el extranjero sin declarar ⛔️

Ejemplo práctico de fraude fiscal

Son muchos los casos que podrían aparecer aquí, pero he elegido un famoso deportista que lo fue todo en el motociclismo, Sito Pons. La Fiscalía pide 24 años de cárcel por defraudar más de 2,7 millones de euros a Hacienda así como una multa de 12,4 millones de euros.

Deberá rendir cuentas de sus ganancias por la gestión de su propia escudería simulando vivir en el extranjero con el único objetivo de no tributar en España desde 2012 a 2014 cuando en realidad vivía en Barcelona.

Presuntamente, alquiló apartamentos en el extranjero para alojarse en ellos solo los días de carreras. La fiscalía sostiene que vivía en Barcelona, desde donde volaba para las competiciones. Además, tanto los talleres como el personal de la escudería estaban en un polígono de Barcelona. Para eludir el pago de impuestos, Pons habría evitado figurar como titular de sus bienes, usando sociedades instrumentales, algunas en paraísos fiscales. La defensa del piloto acusa a Hacienda de usarle «ilegítimamente» con «fines ejemplarizantes».

Bueno, pues hasta aquí puedo leer. Espero que hayas disfrutado con este viaje al centro del fraude fiscal patrio. Vámonos que aquí van a pintar.

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